· Lo que no entienden algunos musulmanes.
Un niño en el colegio de 2º de primaria se obstina en ir a la clase de 6º. Finalmente será expulsado si insiste, pues así son las normas del colegio, por el bien de todos los alumnos incluido él.
Esas normas son las aleyas del Corán que hablan sobre la muerte del infiel (expulsión de esta vida de prueba), porque no puede ser infiel una mujer a un hombre que no conoce. Alá ha puesto caminos paralelos en la buena dirección: la misericordia y la compasión; igual que en un colegio se enseña en la misma dirección, pero en aulas diferentes, porque somos diferentes desde antes de la primera muerte. Las graves aleyas advirtiendo contra la infidelidad a tu religión es el muro de tu aula, necesario para que no nos mezclemos, pues cada nación necesita su único camino que nos lleva a hacernos misericordiosos como lo es Dios, Alá (da igual cómo lo llames). Un coche de Gasolina no puede usar Gasoil aunque este sirva para un choche diésel. Así, los 7 Espíritus de Dios de los que habla la Biblia, describe a 7 tamaños que teníamos antes de la primera muerte. Por supuesto Dios solo hay uno, pero somos nosotros los que necesitamos caudales diferentes del Espíritu Santo para llenarnos de Él. ¿O enseñarías igual a un niño que a un adulto? Hay 7 religiones para cada uno de estos tamaños, para cada nación.
El Odio es hijo de Iblís, si tienes odio hacia el infiel, ya sabes de dónde ha salido. Sé Misericordioso como lo es Alá.
Nueve veces habla del odio Mohamed en el Sagrado Corán y en todas habla mal de él, salvo en una ocasión cuando se refiere al odio que tenía Abraham por los politeístas, y Abraham no iba por ahí matando a sus vecinos. Si mueres odiando irás con tu padre, el padre del odio.
· Cuando Dios Pintó el Islam
¿Qué estás haciendo? –preguntó un joven a Dios.
¿T e gusta? Estoy pintando un marco en el que luego dibujaré algo para los que serán tus hermanos musulmanes.
Pero, ¿no quedarán raras unas líneas rectas de color rojo tan intenso en el gran lienzo de colores suaves que estás haciendo? –dijo mirando el pequeño rectángulo blanco dentro de la amplia tela ya pintada con colores pastel.

P recisamente por eso lo hago. Quiero que resalten y se vean para que ellos no se salgan del marco y vayan al resto del lienzo.
¿Y por qué?
T us hermanos musulmanes son recios y muy pragmáticos, además tienen una edad diferente a la tuya, justo es que les ponga un camino diferente, adaptado para ellos, pero paralelo a los otros para que vayan en la buena dirección y lleguen hasta aquí. Es por eso que les pinto este cuadro al que llamaré Corán, si salen de él y van por otro carril casi con toda probabilidad no podrán llegar hasta aquí.
No todos los caminos están hechos para los mismos caminantes.
Y ¿utilizarás entonces colores diferentes?
N o, los colores de dentro serán los mismos. Cambiaré solo algún matiz. Este azul, por ejemplo, ¿sabes cuál es?
Bueno, viendo que lo has puesto por todo el lienzo fuera de este marco debe ser… ¿la misericordia?
J e, Je… Chico listo. Sí la ‘misericordia’…, al rosa… lo llamo ‘amor’ al amarillo ‘piedad’, al naranja… ‘compasivo’… Mira, mira… -y Dios entretenido comenzó a dar pinceladas hasta que Satán que estaba escuchando detrás del lienzo dio un paso al frente.
Así que un marco de color rojo… Me gusta, es el color de la sangre… Puedo hacer mucho con eso.
¿T e fijas en las líneas y no en lo de dentro? ¿No ves que lo importante es el interior? Tan solo pongo este marco para que no estén tentados de salir del camino que los llevará hasta mí…
Bueno, ya me conoces… Dame un vendaje para curar y estrangularé con él… Te aseguro que muchos vendrán conmigo por alabar el color de ese marco y despreciar los de dentro, los tuyos… Ja, Ja, Ja… -dijo, y se fue.
No le hagas caso, hay que ser muy necio para no ver tu verdadera forma de ser, aquello que te gusta-dijo el joven
Y a… pero por si acaso, dame los pinceles… voy a poner más pinceladas del de misericordia y el azul un poco más oscuro, el misericordioso, trae para acá, además el... –comenzó a decir Dios.
Y Él siguió dando pinceladas de un lado a otro.
¿Te has dado cuenta de que has puesto 125 pinceladas de misericordia frente a 100 que has puesto a los cristianos? Y eso que su trozo de lienzo es más amplio –dijo el joven.
Sí, es para que se vea bien que el rojo odio no es mi color.
Ya, pero es que has puesto 16 pinceladas del tono ‘misericordioso’ a los cristianos y 229 a los musulmanes.
Sí… ¡Qué colorido eh! Es para que vean bien cuáles son mis colores.
¡Bueno…!, y si miramos el pincel compasivo… creo que ahí has puesto un montón: 171 frente a los 13 de los cristianos.
Y aaa –respondió Dios pacientemente-, pero luego se iguala, mira, entre los pinceles ‘misericordia’, ‘misericordioso’, ‘compasión’, ‘compasivo’, ‘piedad’, ‘piadoso’, ‘indulgencia’, ‘indulgente’, ‘amor’, ‘amoroso’ y ‘paciente’, ‘paciencia’, el Corán suma 738 pinceladas y la Biblia 740. Y te diré más, por si no les queda claro, les dejaré dicho que pueden fijarse en el trozo de lienzo de los cristianos para que vean que ahí he usado los mismos colores... sin salir de su marco limitado por estas delgadas líneas rojas, claro; para eso están. Me gustaría que ninguno de ellos se perdiera, y sé que hay que remarcarles mucho las cosas, pues como te decía son recios y pragmáticos, a veces un poco tercos. No distinguen bien los tonos pastel, hay que marcarlos muy fuerte.
Bueno, necios serán si se quedan mirando la línea roja… aunque es muy llamativa, quizá destaca demasiado…
S í, les digo que el que se salga de la línea y me sea infiel… Ggggg –he hizo un signo con el dedo en el cuello del joven-. Y es verdad, si no siguen el camino que les he puesto será muy difícil que lleguen hasta aquí.
Por lo que veo en tu dibujo, igual pensarán que no son tus hijos…
S í, así se lo dejaré dicho porque será difícil para ellos pensar que siendo yo su padre pueda permitir que acaben lejos de mí. Pero ¿cómo explicarles que ya partieron y yo les doy otra oportunidad, que mi amor solo puede respetar su libertad de dejarme? Como te decía son muy pragmáticos. Además, he de diferenciar su camino del cristiano y así, no les hablaré de hijos tampoco con respecto a ti. Y no les mentiré porque les diré que yo te creé por mi deseo, y ellos no pensarán más, pues como te digo, son muy rectos y así me gusta que sean, siempre que no se dejen engañar. Si se miraran a sí mismos sabrían que el alma de los hijos que ellos procrean no la hacen ellos, soy yo quien la pongo en cada uno. Ellos, hasta el final, no deben entender bajo ningún concepto, que ese Espíritu, esa Gracia o la Sakina que ellos sienten es mi Esencia y que cuánto más cerca están de mí más intensamente la sienten. Pues así, nunca entenderán que tú, el primero creado, mi primogénito, te sientas a mi derecha y estás tan cerca de mí, que compartes mi Esencia en la máxima intensidad; respecto a los demás, cuanto menos contengan de mí más lejos se sentarán. Y así les hablaré de ti, pues de lo contrario, su camino sería demasiado parecido al camino cristiano y no están preparados para transitar por él. Por eso les diré que pareció que te mataron en la cruz, pero que no lo hicieron, y no les mentiré, porque tu vida real, la que llevaste envuelta en esa naturaleza hombre, no murió. Gracias a que sufriste amando en la cruz, hiciste apta la naturaleza humana para recibir mi Esencia, el Espíritu. Porque aquellos que te decían al pie de la cruz “cúrate tú que has curado a tantos” estaban llevados por los demonios y realmente pensaron que los odiarías, lo que sí te habría llevado a la muerte real de tu ser, pues yo soy amor y tú no podrías entonces compartir mi Esencia. Esos pensaron que habías odiado y habías muerto, pero no fue así, y así se lo he dejado dicho. Por lo demás, no es tan importante para su salvación que no crean en tu resurrección, pues esta fue un apoyo para los cristianos, lo Vital ocurrió en la cruz. De hecho, los cristianos no saben que la resurrección más importante se dio en la misma cruz, pues yo te quité mi Esencia justo antes para que probaras la naturaleza hombre en aquella cruz solo con tu persona, pues el Espíritu Santo, mi Esencia, la Esencia que compartimos tú y yo y que emanando de donde estoy alcanza a ángeles y hombres en gracia, no necesitaba prueba. ¿Te acuerdas qué me dijiste? Padre, ¿por qué me has abandonado? Sí, cuando acabó el martirio recuperaste el Espíritu y no moriste en tu Ser, aunque aquellos demonios pensaron que sí lo hiciste. De la peor muerte, del más absoluto vacío del Espíritu, volviste a la Vida. Gracias a eso, todos los hombres pueden ahora contenerme como antes de la traición en el cielo, cuando estaban en el Edén y su naturaleza era celestial.
Ya, como para olvidarlo... Pero cómo explicarles sin poderlo contar todo. Para ellos y para todos supongo, sería irrisorio decirles que eran ángeles antes de la primera muerte, tal y como lo era Satán y mira en qué quedó. ¿Cómo explicarles que traicionaron y que aquello los vació de tu Esencia? ¿Que el peor fue Satán y los suyos, pero que hubo otros que codiciaron, aunque no odiaron, y que hubo otros que traicionaron por amor a los últimos? ¿Cómo decirles que la única manera de salvar a los que amaron era hacerlo todo nuevo con una nueva naturaleza que escapara a la justicia celestial? Si hubieran estado presentes cuando Satán pidió su mismo destino alegando que eran todos igualmente traidores…
S í lo estaban, pero como dices, todo debe hacerse nuevo y así no recuerdan nada, de otra manera no serían libres de elegir y deben elegirme en alguno de los caminos que les he puesto para poder salvarse. Por eso también he dejado al Satán y a los suyos susurrar a las orejas en el mundo, porque aquí también lo hacía él; todo debe reproducirse de manera parecida. Tu parte ha sido hacer apta la naturaleza humana, pues al ser tú el primogénito que me complació con amor y por el que hice a las demás criaturas celestiales, debías ser tú el que me complaciera con amor en la nueva naturaleza. Tú validaste al resto de las criaturas celestiales, debías ser tú quien validara la naturaleza humana. Así, nadie podrá decir que crear la naturaleza humana era injusto, pues sería afirmar que su propia creación como ángel fue injusta.
Bueno, con todas esas pinceladas deben ser muy necios si creen que tú puedes odiar.
Y o soy el que soy y no puedo ser injusto, eso lo sabía el Satán y por eso clamó a la justicia para recibir el mismo destino de los que traicionaron por amor. El problema es que hay algunos que no escuchan, también por justicia, pues aquí arriba los que codiciaron tuvieron oídos para los demonios. En la tierra es igual, estos codiciosos solo escuchan a los demonios y sus ídolos, y están distribuidos en todas las naciones de cualquier camino o credo. De esta manera los traidores amantes tendrán una 2ª oportunidad, exactamente en las mismas circunstancias que aquí. Pero bueno, al final de los tiempos también estos podrán escuchar, porque entonces se lo revelaré todo.
¿Y cómo lo harás? ¿Te mostrarás a ellos?
N o. Todavía deberán usar de su libertad para salvarse. Me las apañé para dejárselo dicho en las escrituras de mis enviados, aunque lo he dejado codificado para que lo descubran solo al final. Mira, a los codiciosos los llamaré: Eva, hijas de los hombres, ganado, sordos, necios… A los que traicionaron por amor a estos, los llamaré: Adán, hijos de Dios, aves, los que escuchan, los inscritos en el libro de la vida… A los demonios: sierpe, reptil, alimañas… Y aunque lo tengan todo delante de sus narices no lo verán hasta el final.
Incluso aunque he trazado este dibujo para que los musulmanes se separen de los cristianos y anden por su propio camino, les he dejado dicho que tú no naciste de hombre ni moriste *[1], lo que te hace diferente a cualquier hombre o profeta. Al final de los tiempos ellos entenderán también tu verdadera naturaleza y, aun siguiendo el camino que hoy les dibujo en el Corán, comprenderán por qué debía indicarles que eras diferente. Entonces todo quedará al descubierto, y creerán que tú les salvaste de su traición en el cielo, pues igual que yo no puedo ser injusto, el hombre no puede apagar la luz del día. Entonces su camino se verá adornado por tus palabras pues todo lo que hicieren lo harán en el conocimiento de que yo soy Amor.
¡Ya lo he terminado! ¿Te gusta cómo ha quedado?

Me encanta, muy colorido.
S í, tal y como ellos son. Viendo tanto color suave sabrán que estas líneas rojas son solo para limitar mi obra y su camino… ¿verdad?
Seguro. Tan solo los necios podrán ignorar el interior para quedarse con el marco. Pero deberán tener cuidado porque necios hay en todas partes y estos son los que tienen oídos para el demonio, el padre del odio.
* [1] Nótese: que cuando Jesús hace resucitar a la hija de Jairo, dice:
Mar 5,39 ¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no ha muerto; está dormida.
¿Acaso Jesucristo mintió? No, tanto él como Dios padre e incluso los ángeles, lo ven todo desde fuera. ¿Acaso una hormiga de un valle que el hombre va a inundar para hacer una presa sabe cuál es su futuro? Ella solo ve las oscuras paredes de su hormiguero y poco más (y aun no es comparable porque Dios es infinito). Él nos conoce interiormente, conoce nuestro ser verdadero. Él lo ve todo desde fuera y sabe cuál es la vida real, para él nuestro cuerpo es solo una imagen de nuestro ser, de nuestro interior. Y en ese conocimiento ¿hablará igual Dios que el hombre? Sería más fácil que una hormiga llegara a hablar como un hombre a que el hombre hablara como Dios. Sin embargo, las palabras del profeta Mohamed eran palabras de Dios. No sé si él las entendió y realmente esa cuestión no importa. Sabemos que era un elegido, pero también un hombre como nosotros. Lo importante es que Dios quiso que él lo transmitiera así. Hablaba Dios y se refería al Ser de Cristo, por eso esas palabras son tan difíciles de entender para nosotros.
Sura 4,157 “Siendo que no le mataron ni crucificaron, sino que les pareció así…”
Tan difícil como para mí sería sugerir que Cristo mintió sobre la niña. No lo hizo, sino que hablaba de la vida real de la niña, del ser que trascenderá al Edén o al infierno cuando pasemos nuestra 2ª muerte. Después Sura (4,158) dice de cristo: “…sino que lo tomó para Sí”; nada más descriptivo, pues uno no toma para sí un balón o un cuerpo, sino un alimento o algo para asimilar o aunar en sí mismo.
Respecto a la cruz, está históricamente demostrado que así ajusticiaban los romanos, y por la Biblia que Jesucristo sufrió la cruz. La cuestión es ¿por qué les pareció? Decir “les pareció” es como afirmar el hecho histórico: para los que estaban allí lo crucificaron, lo que me habla del significado real de nuestra muerte de Vida, pues cristo no murió como lo que Es. La meta de los demonios que guiaron a los que pidieron la crucifixión de Jesús fue que él odiara al ser torturado (que hay peor a que te torturen aquellos a los que quieres salvar). Esa habría sido la muerte de Jesús como el primogénito que mantiene la Esencia de Dios en la máxima intensidad, porque el Espíritu Santo no puede convivir con el odio. De haber odiado, tampoco habría validado al hombre como capaz de amar infinitamente, es decir, de recibir el propio Espíritu Santo, y nosotros (toda la humanidad) seguiríamos condenados.
En relación con el Cuento, y en el conocimiento de que las traducciones del Corán se consideran “interpretaciones”:
S olo es una curiosidad, pero Dios habla con pequeñas señales que no entienden los necios.
Nº de Palabras |
Corán |
Biblia |
Misericordia |
125 |
100 |
Misericordioso |
229 |
16 |
Compasion |
0 |
69 |
Compasivo |
171 |
13 |
Piedad |
19 |
124 |
Piadoso |
2 |
20 |
Indulgencia |
0 |
4 |
Indulgente |
109 |
8 |
Amor |
13 |
325 |
Amoroso |
0 |
2 |
Paciencia |
62 |
47 |
Paciente |
8 |
12 |
738 |
740 |
|
Nº Páginas A4 |
264 ! |
1833 ! |
He contado las palabras de la versión traducida al castellano (por Julio Cortés) del Sagrado Corán:
Centro Cultural Islámico «Fátimah Az-Zahra» E-book Nº 0008
Y de la Sagrada Biblia completa:
Sagrada Biblia de Jerusalén 1976
Sin contar comentarios añadidos, ni índices.
He utilizado las palabras que describen la relación de Dios para con nosotros tanto en el Islam como en el cristianismo. El sustantivo y su adjetivo.
Lo más asombroso (o no) es que habiendo una diferencia de páginas tan grande haya tanta semejanza.
Si quitáramos “Amoroso” calificativo que no usamos con Dios, y que incluso a veces para el hombre se utiliza con connotaciones negativas, no habría diferencia y lo haríamos cuadrar a 0, pero no seríamos honestos. Si quieres hacer la prueba puedes usar Word y remplazar la palabra en cuestión por la misma palabra con la opción búsqueda solo palabras completas y no distinguir Mayúsculas. Te las contará en singular y sin derivadas.
En versiones antiguas en inglés (o de siempre) de la Biblia como la de King James, pese a ser protestante, el recuento de palabras se cumple existiendo una gran similitud (aunque con las mismas palabras, curiosamente cambiado en las cantidades -tiene una diferencia inferior al 1% en este caso, de 738 a 744-). Sin embargo, he visto nuevas traducciones como “The New Jerusalem Bible” que simplifican los adjetivos, de manera que esta en concreto, tenía 669 veces la palabra “love” (aunque en el versículo que he visto Gen 21:23, no altera mucho el significado; cambian benevolencia –benevolence o kindness- por amor –love-). Esto, me temo, forma parte del buenismo que hay en la sociedad o el basta con ser buenos, con amar que dicen ahora algunos obispos alemanes. Como decía al principio, hasta el amor está medido, no nos arriesguemos a ser autodidactas en esto. De ahí que Dios pusiera los distintos caminos válidos de salvación, porque no todos somos iguales, algunos necesitan gasolina Super. Quizá estas biblias con textos adaptados sirvan en general (solo quizá), pero no para la investigación.
Es importante leer Estudios de las Profecías para entender por qué siendo aparentemente diferentes el Cristianismo y el Islam (y algunas otras) son religiones que emanan del mismo Dios, del único Dios.
Debemos ponernos entonces en el origen, en el cielo antes de la primera muerte. Allí cada uno teníamos un desarrollo diferente, todos iguales en lo que éramos pero diferentes en tamaño o «edades», si queréis. Dios provee lo que hace falta (y en realidad nos pide lo mínimo a cada cual) para salvarnos. Y además nos mantiene separados a propósito por nuestro bien.
· El Islam
| Antes de nada | Conceptos usados, diferentes en algunas naciones no ‘occidentales’ |
| Persona | Está formada por nuestra libertad y decisiones tomadas. Nuestra forma de ser (ser con minúsculas). |
| Amor | Referido siempre al amor como sentimiento. Como el sentimiento de una madre por su hijo que le lleva a protegerlo por encima de su propia vida. |
| Espíritu Santo | Para el cristiano, no es San Gabriel como para los musulmanes. Es
Dios (Alá) en alguna intensidad, el que te hace sentir grande por dentro y sobrellevar tranquilo y feliz los sufrimientos del mundo. |
| Pecado | Acción de desamor. No necesariamente los establecidos ‘legalmente’. |
Como he escrito varias veces, el islam es un camino guiado por la misericordia que llega hasta Dios (Allah). Y sí, el profeta Mohamed es el enviado de Dios para aquella nación, pues Dios nos habla según nuestra capacidad e incluso según la dureza de nuestros corazones como veíamos en el Antiguo Testamento. Así, el profeta Mohamed tiene una manera directa y clara de expresarse. Es por esto, que la forma de mostrar el peligro de alejarse del camino musulmán para los de aquella nación sea tan enérgica. El Sagrado Corán llega a nombrar en 237 páginas del formato que he leído, 506 veces las palabras: infiel, impío y asociador (que no designan a los mismos), por lo general indicando lo mal que irán a parar todos estos cuando sean juzgados por Dios (Allah). Estas advertencias ocurren en todas las religiones, en todos los caminos puestos por Dios; los caminos, como ya he explicado, están diseñados por el Señor para los distintos 7 tipos (tamaños) de almas que hemos caído a la Tierra. Dios es justo y no nos va a pedir nada que no podamos cumplir.
El problema es que de tanto escuchar advertencias sobre los infieles y los asociadores, uno puede llegar a despreciarlos hasta el punto de odiarlos y eso no es bueno para ningún musulmán, porque Allah es misericordioso y a eso estamos todos llamados, a la misericordia.
Estos términos por otra parte a veces se confunden.
El infiel.
El infiel, también llamado hipócrita, suele ser el que ha conocido la Palabra del Enviado, pero luego no actúa en consecuencia. En este sentido se igualan a los impíos. Hay muchas Suras que hablan de los infieles como conocedores del Corán: 4:82-90, 9:73-74, 47:32. Y otras que parecen distinguirlos de los de la Escritura:
Sura 13:43. Los infieles dicen: «¡Tú no has sido enviado!» Di: «Dios basta como testigo entre yo y vosotros, y quienes tienen la ciencia de la Escritura».
Es cierto que hay otras veces que el termino infiel parece más general, aunque tras conocer que en el tiempo del Profeta Mohamed solo había pequeñas escaramuzas contra los cristianos con los que, sin embargo, en distintos lugares se llevaban bien, y que la yihad o guerra santa, en el contexto de su vida, se refería principalmente a la lucha contra los cultos preislámicos árabes en defensa de la comunidad musulmana, no a una guerra generalizada contra los cristianos (pese a que yo pensaba lo contrario), bien puede referirse la mayoría de estas referencias “infiel” a estos cultos preislámicos.
El asociador.
Los asociadores no son la gente de la Escritura (judíos y cristianos), pues en muchas aleyas hace clara diferenciación (Suras 22:17, 98:1, …). Pertenecen a cultos preislámicos con costumbres tan bárbaras como matar a sus hijos para no empobrecerse (Sura 6:137, 6:151, 17:31, 61:12), lo que tampoco coincide con la gente de la Escritura. Dice que asocian a Dios otros dioses más pequeños lo que puede referirse por ejemplo a los dioses egipcios, en los que hay una jerarquía (Num, Ra…), sin embargo, aunque el Profeta Mohamed hace una clara distinción, como digo, entre gente de la Escritura y asociadores, alguno después de él dijo que los asociadores son los cristianos porque asocian un hijo a Dios. Bien, quiero aclarar esto porque este error forma parte del odio que está llevando a muchos musulmanes al infierno. Mohamed ya habla mal de los cristianos por decir que Dios tiene un hijo y, sin embargo, hace esa clara diferenciación separando a los asociadores y a los cristianos (y gente de la Escritura), aunque vosotros os empeñáis en igualarlos. Pues si uno dice:
Constante a = 1;
a + 2 = 3
Y vosotros cambiáis la constante “a” por una variable y la igualáis a 2, ya no se cumplirá el resto:
a = 2;
a + 2 ≠ 3
Sois vosotros los que hacéis que Sagrado Corán se contradiga, y no por lo que escribió el Profeta Mohamed, sino porque luego cambiasteis el significado de sus palabras.
Sura 2.62: Los creyentes, los judíos, los cristianos, los sabeos, quienes creen en Dios y en el último Día y obran bien, esos tienen su recompensa junto a su Señor. No tienen que temer y no estarán tristes.
Así él es muy claro al hablar, pero aun siendo claro se ha que conocer el entorno en el que él hablaba, para no confundirnos. Estos cultos preislámicos no se habían convertido al cristianismo pese a que por entonces (sobre el año 600 d.C.) este ya se había extendido por buena parte de Europa. Eran duros de oído (no sordos como los Eva, de todo habría allí) y así, Dios les envió al Profeta Mohamed. ¿Quiere decir que el islam fue un segundo plato, ya que estos no se convirtieron al cristianismo? No. Estos no se convirtieron al cristianismo porque no debían ser cristianos, debían andar por el camino diseñado por Dios para ellos, el islam, una fuente de caudal adecuado para su tamaño de alma. Pero en ese entorno, entre gente dura de oído incluso capaces de matar a sus hijos, por sobrevivir o no sé por qué, Dios envía a alguien que grita, pues de esta manera se habla a los duros de oído, gritando. Así, el Sagrado Corán, aunque sea un libro guiado por la misericordia, está escrito en tono de guerra (Sura 9:111 y muchas más) y de manera imperativa, pero incluso en las Suras más duras que he leído dirigidas contra los asociadores, que son de lo peorcito para el islam, distinguimos algo más que castigo:
Sura 9:5 Cuando hayan transcurrido los meses sagrados, matad a los asociadores dondequiera que les encontréis. ¡Capturadles! ¡Sitiadles! ¡Tendedles emboscadas por todas partes! Pero si se arrepienten, hacen la azalá y dan el azaque, entonces ¡dejadles en paz! Dios es indulgente, misericordioso.
¿Cuál sería el deseo del Profeta Mohamed al enseñaros esto? ¿Que los musulmanes de entonces mataran a los asociadores o que estos se convirtieran? Por supuesto lo segundo, porque, de hecho, uno que no tiene nada por lo que luchar, no lucha. Si tú le pones un cuchillo en el cuello a uno para para pedirle su bolsa de monedas y la tiene vacía, no luchará por ella, te la dará sin pensarlo. Pues estos son los cultos preislámicos contra los que luchaba Mohamed, cultos vacíos de Dios. Esta seguramente sea la razón por la que luego había tantos infieles o hipócritas, y se nombraran tanto en el Sagrado Corán, por todos los que, por riesgo de muerte, falsamente se convirtieron al islam.
Muchos de vosotros sois como aquellos a los que estando en una plaza al sol en verano les dijeron: “¡Protegeos del calor pues podéis morir por un golpe de calor!” y luego por la noche con un frío de narices se destapaban en la cama para protegerse del calor. Todavía sois peor porque en este ejemplo, la palabra “calor” es la misma, solo cambian las circunstancias, vosotros incluso habéis cambiado el significado de palabras que utilizaba el Profeta. Y sí, son importantes las circunstancias porque hoy nadie ataca al islam como religión, pero todavía es más importante para vosotros, sospecho, cambiar el significado de “asociador” o incluso confundir en ocasiones quién es el infiel. Y como entendéis el Sagrado Corán solo en el entorno de guerra en el que se escribió, así vosotros no os desprendéis de esa guerra que lleváis en el corazón hacia los que no son como vosotros, lo cual influye en vuestro entorno real, que muchas veces está rodeado de hostilidades con las naciones vecinas. ¿Cómo vamos a dejar de hacer la guerra si el Sagrado Corán está escrito en tono de guerra? Pues alguien tiene que ser el enemigo, ¡ahora los asociadores serán los cristianos! -dijo aquel-. No os dais cuenta de que Dios mandó al Profeta Mohamed para daros un camino despejado que llegara hacia Él. No es fácil, de todas formas, seguirlo fielmente con las tentaciones del enemigo real, el demonio; pero vosotros, además de este peligro, os perdéis con las cosas del mundo, porque solo pertenece al mundo enemistarte con otro de otra nación o de otra religión; Dios ya juzgará después del último día. Ya tiene cada cual bastante con seguir las normas de su religión, incluida la aplicación de la misericordia necesaria en cada momento, para encima andar odiando a otros por motivo de su cultura, su fe o su nación. Paradójicamente el demonio os tienta valiéndose de trasladar el entorno de guerra en el que se escribió el Corán a vuestros corazones y así enfermaros de odio. Pues igual que es necesario el agua para fraguar el cemento, así fue necesaria la guerra para convertir a aquellos duros de oído mata niños al islam. Muchos de vosotros sois como el tonto que echa agua a un bloque sólido de cemento ya fraguado y con un palo intenta dar vueltas para mezclarlo. Lo único que conseguiréis será romper vuestro palo, vuestra propia alma; el islam ya está firmemente fraguado.
¿Por qué no podéis llegar al pensamiento al que llegó el Profeta? Los creyentes, los judíos, los cristianos, los sabeos, quienes creen en Dios y en el último Día y obran bien, esos tienen su recompensa junto a su Señor. No tienen que temer y no estarán tristes.
Yo, siendo cristiano, estoy seguro de que el Profeta Mohamed fue enviado por Dios para establecer el islam como camino en la buena dirección hacia Él para una nación recia y pragmática como la vuestra. Tanto, que estos nunca habrían aceptado el cristianismo por no ser este el camino designado por Dios (Allah) para ellos. El problema, como digo, es que estos cultos preislámicos de costumbres muchas veces inhumanas solo podían unirse con mano dura y conquistas. Muchos de vosotros cada vez que leéis el Sagrado Corán os instaláis en el entorno de guerra que vivió el Profeta e ignoráis lo mejor: las normas que te llevan a la justicia y la misericordia. Y como no podéis ignorar ese entorno de guerra durante el que se fraguó el islam, una vez que se terminaron los peores enemigos, los asociadores (no los infieles porque siempre habrá apostatas en cualquier religión, eso sí, menos si no los obligas a formar parte de esa religión), cambiasteis el significado de esta palabra para que abarcara a nuevos enemigos. Si el Profeta Mohamed conociendo lo que pensamos los cristianos de Jesús no nos llamaba asociadores, ¿por qué vosotros sí? Y al hacerlo, ¿no estáis cambiando el valor de todas las aleyas en las que se menciona esa palabra? Es como cambiar todos los peones de una partida de ajedrez por alfiles o por caballos o por cualquier otra figura, ya no funcionará esa partida. Ya no es la cuestión quién ganará la partida, sino que habrán cambiado las reglas del juego completo. Pues así, vosotros hacéis que el Sagrado Corán se contradiga, cuando fue escrito sin contradicciones. ¿Es que no os dais cuenta de que el profeta os indicó el camino a seguir mientras apartaba con sus manos las ramas del bosque que os impedían ver? ¿Es que no os dais cuenta de que muchos de vosotros os habéis quedado mirando cómo el profeta apartó esas ramas, pero no levantáis la vista para ver el camino al que él señalaba?
Así, el Profeta Mohamed en ocasiones habla bien de la gente de la Escritura (Sura 2:62; Sura 5:69), condicionando su salvación a su manera de actuar (como en realidad sucede a los musulmanes), no a la veracidad de su fe. Además, considera la Biblia como palabras de luz. ¿Cómo no iba a ser de otra manera? Por supuesto, en otras ocasiones habla mal, para separar esos caminos por los que andamos, pues el Profeta Mohamed debe evitar a toda costa que los musulmanes transiten con las normas cristianas, por el camino cristiano, ya que eso los llevaría al infierno, porque los musulmanes tienen un camino diferente al nuestro, aunque paralelo, dirigido hacia Allah (Dios). Así está perfectamente trazado por Él (que es Omnisciente), porque somos diferentes desde nuestra primera muerte en el cielo y necesitamos caudales diferentes para llenar tamaños diferentes de alma. Y sí, el Sagrado Corán ya habla de que fuimos separados de Dios, y aunque no lo llama como primera muerte, en ese momento dejamos de ser lo que fuimos. Yo sí lo llamo primera muerte:
Sura 29:57. Cada uno gustará la muerte. Luego, seréis devueltos a Nosotros.
Incluso en este entorno de guerra se citan la Tora, el Evangelio y el Corán juntos. No era la gente de las Escrituras el enemigo, no hasta que lo cambiasteis.
Sura 9:111. Dios ha comprado a los creyentes sus personas y su hacienda, ofreciéndoles, a cambio, el Jardín. Combaten por Dios: matan o les matan. Es una promesa que Le obliga, verdad, contenida en la Tora, en el Evangelio y en el Corán. Y ¿quién respeta mejor su alianza que Dios? ¡Regocijaos por el trato que habéis cerrado con Él! ¡Ése es el éxito grandioso!
En otras parece hablar de ambos como caminos válidos (esto no es lo normal en el Corán).
Sura 5:46-48. Hicimos que les sucediera Jesús, hijo de María, en confirmación de lo que ya había de la Tora. Le dimos el Evangelio, que contiene Dirección y Luz, en confirmación de lo que ya había de la Tora y como Dirección y Exhortación para los temerosos de Dios. (47) Que la gente del Evangelio decida según lo que Dios ha revelado en él. Quienes no decidan según lo que Dios ha revelado ésos son los perversos.
(48) Te hemos revelado la Escritura con la Verdad, en confirmación y como custodia de lo que ya había de la Escritura. Decide, pues, entre ellos según lo que Dios ha revelado y no sigas sus pasiones, que te apartan de la Verdad que has recibido. A cada uno os hemos dado una norma y una vía. Dios, si hubiera querido, habría hecho de vosotros una sola comunidad, pero quería probaros en lo que os dio. ¡Rivalizad en buenas obras! Todos volveréis a Dios. Ya os informará Él de aquello en que discrepabais.
En confirmación del principio de esta Sura (47) encontramos esto en la Biblia:
2Co 4:3-4 Y si todavía nuestro Evangelio está velado, lo está para los que se pierden, (4) para los incrédulos, cuyo entendimiento cegó el dios de este mundo para impedir que vean el resplandor del glorioso Evangelio de Cristo, que es imagen de Dios.
Añado que muchas aleyas hablan de la lucha contra el infiel, pero por lo general suelen poner alguna condición de defensa propia (atacar a los que os echaron de vuestras casas, a los que os atacan Suras 2:190-193) o defensa del propio islam (tentar es más grave que matar) hablando, como generalmente suele hacer, en tono de guerra y algunas veces animando, o justificando al musulmán, para hacer lo que no le gusta hacer (matar en esa guerra). En otras se invita a combatir con los de las Escrituras (judíos y cristianos), hasta que paguen el tributo Sura 9,29. Este tributo, creo, forma parte de la sharía (la cual desconozco por completo) y parece ser también un tributo para financiar esa guerra (recordemos, en tiempos del Profeta el enemigo eran especialmente los cultos preislámicos -a destacar los asociadores‑), aunque hoy por hoy todavía se siguen pagando.
Por último, para esos que se creen tan listos como para corregir al Profeta diciendo que los asociadores son los cristianos, cuando para él no lo eran a juzgar por las muchas Suras en las que él los diferencia, voy a tratar de determinar quiénes eran estos realmente. Veamos:
Sura 6:137. Así, los que ellos asocian han hecho creer a muchos asociadores que estaba bien que mataran a sus hijos...
Este “a los que ellos asocian” es plural, no es Jesús asociado a Dios. Es cierto que es una interpretación del Corán puesto que es una traducción en español, pero otras que he visto van en el mismo sentido:
Sura 6:137 Así mismo, hay muchos idólatras a los que los asociados que ellos atribuyen, les hacen que les parezca bueno matar a sus propios hijos…
Así, se me ocurre que estos asociados son ídolos que llamamos los cristianos, o dioses escritos con minúsculas. De casi todo se puede hacer un ídolo: del poder, del sexo, del dinero, de los afectos, de cualquier cosa que pongas por delante de Dios. Incluso, paradójicamente, puedes hacer de tu religión un ídolo cuando no la entiendes bien y fanáticamente haces lo que Dios no quiere que hagas con pretexto de esa religión. En el entorno del Profeta, se me ocurre que hubiera gente que asociaba a Dios con un beneficio mundano que se supone Él iba a aportar a sus seguidores. Cierto es que Dios provee, pero Él no nos va a hacer ricos en dinero por seguirlo. Tampoco hay un dios de la guerra que te haga más fuerte luchando, o un dios de la fertilidad… Pero todo esto, tan solo es una curiosidad, lo importante es saber que el Profeta no se refería a la gente de la Escritura cuando hablaba de los asociadores (la raíz asociad- sale 98 veces en el Corán) por lo que quien sí se refiera a los cristianos como asociadores, tomando como pretexto al propio Corán, está torciendo y oscureciendo 98 veces el Sagrado Corán. Y peor aún el que engaña a otros enseñándolo así, pues enseña el mensaje de Dios a vuestra nación con contradicciones cuando no las tiene.
∎ Las correcciones del Corán sobre el Evangelio.
Al profeta Mohamed Dios le reveló verdades que ni los cristianos conocen, pero también le mostró realidades como diferencias; no quiere decir que el Profeta Mohamed estuviera equivocado, fue así como se lo mostró Allah (Dios) para mantener ambos caminos separados, pues estos debían mantenerse así para que fueran aptos para ambas naciones.
∎ Jesucristo fue creado.
Efectivamente, esto se le reveló al Profeta Mohamed: Jesucristo fue creado directamente por Dios (Allah), y así fue en el cielo (Sura 29:57 … seréis devueltos a Nosotros) y en la tierra. Los cristianos esto no lo entienden porque no entienden el misterio que para ellos es la Santísima Trinidad: Un Solos Dios en tres personas. Parece que ponen a Jesucristo en un punto infinito del tiempo junto al Padre, cuando no es así. El Padre y Su Esencia, el Espíritu Santo Viven fuera del tiempo, desde siempre. Y sí, es Su Esencia, el Espíritu Santo en alguna intensidad, el que mora en nosotros cuando estamos en Su Gracia. No es Dios infinito porque reventaríamos. Incluso cada uno puede estar más o menos lleno de Dios (Allah), esto lo pueden confirmar aquellos musulmanes que han sentido a Allah dentro de sí mismos. No todos lo pueden sentir, tampoco todos los cristianos. Y este es el principio de la Santísima Trinidad, que Dios puede morar en tu persona y en la de otros y sigue siendo Un Solo Dios. A los musulmanes no se les ha revelado que cuando Dios mora en ti, eres engendrado en Él como hijo suyo. Llevar a Dios dentro de ti, al Espíritu Santo, no es como llevar una caja de plátanos, es llevar a Dios que se hace uno contigo para hacerte sentir grande por dentro, feliz ante la enfermedad y ante los pesares de la vida (ya he hablado de esto en un comentario anterior). No digo esto para convencer a ningún musulmán, pues estos deben seguir el camino que ha provisto Allah (Dios) para ellos por medio del Profeta Mohamed. Digo esto para que veáis que vamos en la misma dirección y para que muchos de vosotros dejéis de odiar, pues os llevará al infierno. Si fuera como estos que odian, os miraría con ojos altivos y cara de asco diciendo: “ya, ya veréis cuántos de vosotros os vais a sorprender cuando recibáis llamas del infierno, en lugar de la esperada hierba de jardín…” y luego os dejaría tranquilos. Me remitiría a demostrar a Dios como ya he hecho, haciendo irrefutablemente al cristianismo la única religión verdadera, pero sé que Dios puso también el islam como fe verdadera para vuestra nación, así que, aunque me sería más fácil, caerían sobre mi conciencia todos los insensatos a los que el demonio engaña para que odien a los demás. Es mi deber denunciar vuestro pecado, lo que hagáis vosotros una vez que lo sepáis, es cosa vuestra. Decía que Dios se ha querido reflejar en la naturaleza que nos rodea, y ha hecho semejante nuestra propia naturaleza a cómo éramos en el cielo. Por eso decimos que un hijo nuestro lleva nuestra sangre, y así, de manera semejante, cuando alguien mantiene en su interior el Espíritu Santo (Allah en alguna intensidad), es considerado hijo de Dios, es engendrado en Dios incluso después de nacido, dicen los evangelios. Pues los ángeles y nosotros en un origen fuimos creados para mantener esa Vida, para mantener al Espíritu Santo (a Dios, Allah), pero nos separamos de Él y caímos muertos interiormente al mundo por nuestra traición. Allí, al cielo, tendremos que volver, pero llenos de Allah (Dios). Así, para nosotros los cristianos, Jesucristo fue el primero creado que complació a Dios y por el que se crearon los ángeles y demás potestades en el cielo. Pese a que todos los ángeles y cualquier hombre que mantenga el Espíritu Santo en su interior es hijo de Dios (Allah), llamamos a Jesús Unigénito, porque siendo el primogénito, es el único que mantiene la Esencia de Dios en la máxima intensidad, en la de Dios, porque está en la propia fuente, junto al Padre. Pero para los cristianos igualmente hay Un solo Dios.
Por lo que efectivamente, Jesucristo fue creado directamente por Dios, en el cielo y en la tierra. El profeta Mohamed desecha el misterio de la Trinidad y proclama el mismo resultado: que hay Un Solo Dios.
∎ Las diferencias:
El Sagrado Corán dice que Jesús era un profeta, pero afirma que no nació de hombre, ni murió haciéndolo diferente a cualquier profeta de cualquier tiempo.
El Sagrado Corán dice que Jesús no murió en la cruz, sino que pareció que le crucificaron.
Sura 4:157. y por haber dicho: «Hemos dado muerte al Ungido, Jesús, hijo de María, el enviado de Dios», siendo así que no le mataron ni le crucificaron, sino que les pareció así. Los que discrepan acerca de él, dudan. No tienen conocimiento de él, no siguen más que conjeturas. Pero, ciertamente no le mataron, (158). sino que Dios lo elevó a Sí. Dios es poderoso, sabio.
Es decir, no pone en duda que ellos creyeron verlo; ellos no mentían al afirmarlo pues creyeron verlo (les pareció así), por lo que es como decir que para el mundo fue crucificado. Si hubiera mala intención por parte del Evangelio con el objetivo de glorificar a Jesús habría sido mejor haber dicho: “Jesús no murió en la cruz, sino que vimos como Dios lo tomó para Sí”, haciéndolo diferente a cualquier otro hombre. De haber visto todos como Dios lo tomaba para Si, ¿para qué hablar de una resurrección? Ya hubo otras resurrecciones no solo en milagros de Jesucristo sino también del profeta Elías (A.T.). Pero Allah (Dios) se lo hizo ver así al Profeta Mohamed ¿por qué? Porque así debe ser para mantener nuestros caminos separados.
Sin embargo, es curioso cómo Allah (Dios) le reveló algo que no entendían los cristianos: ellos creen (yo aquí me excluyo), que Jesucristo fue crucificado para obedecer y así contrarrestar la desobediencia de “Adán”. Cuando Jesucristo fue crucificado para, muriendo en el perdón, es decir amando infinitamente, hacer válida la naturaleza hombre como digna de recibir el Espíritu Santo. De no haber amado hasta el final, Jesús habría muerto como lo que Es, capaz de mantener el Espíritu Santo en la máxima intensidad. Pero no murió como tal, eso les pareció a aquellos guiados por los demonios que lo acechaban (“cúrate a ti mismo”). ¿A qué nos suena esto? Gracias a que Jesús no murió como tal, todos los hombres podemos mantener en nuestro interior a Dios (al Espíritu Santo). Él validó la naturaleza hombre como al principio de los tiempos validó a la naturaleza celestial (ángeles) para recibir a Dios (pues fue el primero creado y como tal complació a Dios).
En fin, como digo, los musulmanes no tienen que ser cristianos porque con una muy alta probabilidad caerían al infierno, ya que el camino cristiano no es para ellos (y a los cristianos nos pasa lo mismo con el islam), pero entender a los cristianos puede hacer que muchos cuyo corazón está en guerra y lleno de odio hacia los que no son musulmanes, puedan salvarse y no caigan en las llamas de odio de Satán. Recordemos: así como Allah es misericordioso, el padre del odio es Satán y los que odian son de su propiedad.
Creo que solo un monstruo (en el sentido completo de la palabra) puede matar a mujeres y niños, y en realidad a cualquier persona sin motivo de la defensa propia. Muchos, demasiados, que esperan ver hierba verde de jardín, tras la muerte, quedarán muy sorprendidos al sufrir las llamas del odio de Satán. A los cristianos se nos dice que si no adviertes a tu hermano de que está pecando cuando lo ves pecar, cargas tú también con su pecado. No sé si hay algo parecido en el islam, pero sí sé que corregir a tu hermano que va a caer directo por el abismo es misericordioso y a eso estamos todos llamados, pues Dios (Allah) es misericordioso.
El demonio se sirve de cualquier medio, incluso de malinterpretar las escrituras sagradas para llevarse a cuantos más pueda al infierno. Así, los musulmanes tienen un problema gravísimo, porque además de los Eva, presentes en todos los caminos de Dios, que no escuchan aunque puedan aparentar lo contrario en comunidades musulmanas (no en las cristianas, pues entre nosotros uno libremente puede declararse sordo o idiota perdido), muchos de sus “adanes” se llenan de odio hacia el que no es musulmán, convirtiéndose en seres incompatibles con Allah (Dios) el misericordioso, pues si el profeta Mohamed razonó esa afirmación de la Sura 2.62: “Los creyentes, los judíos, los cristianos, los sabeos, quienes creen en Dios y en el último Día y obran bien, esos tienen su recompensa junto a su Señor. No tienen que temer y no estarán tristes.”, ¿por qué el musulmán medio no razona lo mismo? Como digo, que los adanes se pierdan es, si cabe, más doloroso para Dios, pues son estos, los adanes, los que tienen el oído abierto hacia Él, a los que con más interés quiere salvar el Señor, pues no traicionaron por codicia sino por amor en el cielo. Y este odio, no se ve solamente en esos psicópatas que confunden el significado de la yihad y que tienen el infierno ya ganado, sino en la cultura general islámica que se aísla de los no musulmanes en el convencimiento, no solo de que el musulmán es el único elegido, sino en que los demás están condenados y poco más o menos merecen la muerte por no ser musulmanes. Ya lo decía el Génesis hablando de los ismaelitas (y lo he comentado por ahí):
Gen 16:12 Será un onagro humano. Su mano contra todos, y la mano de todos contra él; y enfrente de todos sus hermanos plantará su tienda.” [onagro = burro salvaje]
“Enfrente de todos sus hermanos” (es decir, vivirán aislados de sus hermanos, no entre ellos). Y esta Palabra de la Biblia fue escrita hace 3000 años o más, fijaos si el Señor es Omnisciente y cómo tenía un camino previsto para ellos. Bien, es una cultura muy diferente a la cristiana, y no se trata de ser amiguitos; eso es tan difícil a que un hermano mayor sea amigo del hermano pequeño (independientemente de cuál sea el mayor), porque el mayor tiene sus propios amigos, su forma de ser y el pequeño la suya propia, sin embargo, los lazos de hermandad deben ser mucho más firmes porque mucho compartimos, y si los lazos de sangre son fuertes cuánto más compartir el Espíritu Santo entre todos (Un solo Dios en todas las personas en Su Gracia). Se trata de que volvamos cuantos más mejor junto a Dios (Allah), junto a Allah (Dios), porque Él nos ama a todos por igual.
Entonces, muchas son las Palabras del evangelio que para los musulmanes han sido corregidas. ¿Por qué? Para mantener nuestros caminos separados y también para simplificar o hacer su fe más comprensible. Ellos por supuesto no tienen quebraderos de cabeza con el misterio de la Santísima Trinidad y llegan de manera directa al mismo lugar que los cristianos: hay Un Solo Dios. Como nota añado que Cristo nunca dice “mi Padre” sino “el Padre”, lo que hace referencia también a nuestra afiliación como hijos de Dios cuando estamos en Su Gracia.
Evangelio según San Juan 8:28
Les dijo, pues, Jesús: «Cuando hayáis
levantado al Hijo del hombre, entonces sabréis que Yo Soy, y que no
hago nada por mi propia cuenta; sino que, lo que el Padre me ha
enseñado, eso es lo que hablo.
Evangelio según San Juan 10:30
Yo y el Padre somos uno.»
Evangelio según San Juan 10:34-38
Jesús les respondió: «¿No está escrito en vuestra Ley: Yo he dicho:
dioses sois?
Si llama dioses a aquellos a quienes se dirigió la Palabra de Dios - y
no puede fallar la Escritura -
a aquel a quien el Padre ha santificado y enviado al mundo, ¿cómo le
decís que blasfema por haber dicho: "Yo soy Hijo de Dios"?
Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis;
pero si las hago, aunque a mí no me creáis, creed por las obras, y así
sabréis y conoceréis que el Padre está en mí y yo en el Padre.»
Evangelio según San Juan 11:25-27
Jesús le respondió: «Yo soy la resurrección El que cree en mí, aunque
muera, vivirá;
y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?»
Le dice ella: «Sí, Señor, yo creo que
tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que iba a venir al mundo.»
Evangelio según San Juan 14:10 ¿No crees que yo estoy en el Padre y el
Padre está en mí? Las palabras que os digo, no las digo por mi cuenta;
el Padre que permanece en mí es el que realiza las obras.
Evangelio según San Juan 17:5
Ahora, Padre, glorifícame tú, junto a
ti, con la gloria que tenía a tu lado antes que el mundo fuese.
Evangelio según San Juan 20:28-29 Tomás le contestó: «Señor mío y Dios mío.»
Dícele Jesús: «Porque me has visto has creído. Dichosos los que no han
visto y han creído.»
Hay también prefiguraciones de Jesucristo en la Torá donde se nos
habla de Él como el salvador de los hombres. Algunas de estas se
describen en el punto: “4. El
Judaísmo. Prefiguraciones de Jesucristo…”
∎ Lo importante.
Lo importante es, por supuesto, creer que hay Un Solo Dios. Lo siguiente es ser misericordioso como lo es Allah, Dios. Pero, además, cumplir las reglas y observancias de tu religión. Pues la fe se vive en las obras; alguien que no cree no va a tomar restricciones sobre su vida, al contrario, vivirá todos los ídolos del mundo, todos los placeres que pueda, sin pensar en el último día ni en dónde vaya a parar después. Sin embargo, el que se esfuerza tiene su recompensa. Y esto funciona así también para la gente del mundo: cuanto más ejercicio hace un gimnasta, al terminar, más autorrealizado se siente, quizá esto sea una muestra para que todos entiendan. El Espíritu Santo (Dios en nuestro interior) igualmente se cuantifica: a más misericordia mostrada más de Él morará en tu interior. Como todos tenemos un tamaño de alma, estas quedan agrupadas en naciones, o religiones más bien, porque todos tenemos una cantidad mínima que llenar para que nuestra alma, una vez liberada del cuerpo, ascienda hacia Dios (Allah), o si queréis, pueda permanecer en Dios tras la vida en la Tierra. Y también tenemos un límite máximo (este es el que quisieron romper los ángeles que se revelaron en el cielo), por eso necesitamos caudales distintos para llenarnos del Único Dios (Allah), porque, aunque hermanos, somos de tamaños diferentes. Y sí, los esfuerzos para acercarse a Allah (Dios), aunque no parezcan ser producidos por la misericordia, como ir a la mezquita o a la iglesia y cumplir con los ayunos, hacer esas peregrinaciones…, también serán cambiados por Espíritu Santo en nuestro interior; quizá no lo sintamos en la Tierra, pero también llegará tras el juicio del último día. Esta es la razón de los distintos caminos puestos por Allah, Dios, para llenarnos de Él. Caminos paralelos en la buena dirección guiados por su misericordia, y hacia la misericordia. Guiados hacia Él. Recuerda: Dios nunca nos va a pedir nada que no podamos cumplir, vivir, realizar. Él es justo y misericordioso.
Y así como es más difícil ejercer la misericordia con un enemigo que ejercerla hacia un vecino, es mucho más difícil ejercer la misericordia con un corazón en Guerra que cuando lo tienes en Paz, pues la misericordia es ser bondadoso, justo, con el miserable, con el que no es como tú, con el que no se encuentra en tus mismas condiciones. Y el que no es misericordioso es difícil que halle misericordia, pues todo lo que hacemos en el mundo será retribuido de una o de otra manera tras el último día.
Resumiendo, la voluntad de Dios ha pasado por mantenernos separados, para salvaguardar nuestra libertad con el embrollo de Babel. Ha dado a 7 naciones 7 direcciones paralelas hacia el mismo sitio, pero separadas entre sí. Los carriles que nos encauzan permanecen, pero nos atan, porque al final lo que salva es el amor y la misericordia. Esos carriles han sido la plataforma perfecta puesta por Dios para que encontráramos ese amor, y ahora ya ha llegado el momento de saberlo, quizá porque el camino se termina y con él los carriles. Ahora debemos encontrar la entrada del Edén y es urgente, ahora es cuando todos tenemos que unirnos en el punto de confluencia, en el Amor. En Dios. Por supuesto cumpliendo esas normas que se nos ha dado, pero reconociéndonos entre nosotros.
No es difícil pensar la razón por la que Dios pone distintos caminos de salvación, imaginemos un caso un poco extremo pero válido:
Un granjero con distintos tipos de animales, que los va a llevar a la vez desde el fondo de un valle a su granja, en la cima, donde allí los comerá y formarán parte de su barriga (es solo un ejemplo); por lo que le interesa que tengan carne. Hay caballos, vacas, terneros, …, tortugas (igual estas no las pueden comer los musulmanes, pero valga como ejemplo) y leones incluso ¿No hará diferentes caminos o formas de llegar para unos y para otros? (y separados muchos). Al caballo apenas le haría falta camino, la vaca, más llano… Pero todos pueden llegar porque tienen fuerza en la carne, de hecho, si no tuvieran carne no llegarían, ni interesarían al granjero para comerla. Pensemos además que los animales se pueden estorbar (un león no puede ir con una vaca, ni un universitario puede aprender en una clase de párvulos, tampoco al revés).
Bien, pues Dios provee lo necesario para nuestra salvación; el camino es importante porque en otro camino quizá ese ‘animal’ no pueda llegar a subir hasta la cima. Pero más importante aún es tener Amor y misericordia porque sin “carne” el animal no podrá subir en ninguno de los caminos, ni siquiera en el que el granjero (Dios) ha provisto para ese animal. Porque el amor, como la “carne” del ganado, es lo que da fuerza para llegar y gusta a Dios. Si alguno está en los huesos, no tendrá fuerza ni querrá empezar a subir y se quedará en el valle de la muerte. Otros, quizá hayan empezado a subir una de las sendas, pero están tan escuálidos que se quedan al principio. Más suerte tienen los que llegan más lejos, porque, aunque tengan que esperar que el granjero recoja a todos, quizá luego baje un poco a por su escasa carne. En este ejemplo, Cristo sería la vacuna llena de conocimiento (Ser) del granjero que cura la alergia del granjero a la carne, pues antes él solo tomaba calorías sin carne, y también cura de enfermedades a los propios animales en el valle (es vacuna para el cielo y la tierra). Esto es así para todas las religiones aunque se ignore, porque Cristo hace apto al Hombre para recibir el Espíritu Santo; esto era primordial y es independiente del camino que Dios ha puesto a cada nación. El demonio sería la enfermedad que pudre la carne (en el valle) y que provocó la alergia inicial del granjero (en su casa).
Quizá no se quiera reconocer que una religión es una buena dirección, pero no una garantía de llegada; que por sí misma, por sus reglas, pero sin amor no se ha de llegar por nosotros mismos. Y esto en realidad lo vemos a nuestro alrededor en algunos que se llaman a sí mismos cristianos, que van a misa los domingos y luego son egoístas y mezquinos con el prójimo. Igualmente ocurre con musulmanes que van a orar a la mezquita los viernes y luego no son capaces de mostrar la misericordia que Allah tiene con ellos. Por más normas que guardemos hay una enseñanza que subyace en nuestras escrituras que es el Amor y la misericordia. De esto ya advierte Jesucristo y los apóstoles; que sin amor ya puedes ser quemado por Dios que de nada te sirve, o puedes dar todos tus bienes a los pobres que de nada sirve.
En tanto en cuanto, el Sagrado Corán nos da unas normas de renuncia al mundo y de aceptación y fidelidad a Dios, nos habla de misericordia, hospitalidad, etc.…; y gracias a que Jesucristo ha redimido a toda la Naturaleza Hombre, y que es la práctica del Amor la que nos salva; el Islam, practicado desde la misericordia (al igual que el cristianismo ha de ser practicado desde la misericordia), es otra religión válida para llegar a Dios. Pero deben tener cuidado en no malinterpretar los mensajes que Dios, Allah, puso en el Corán, su libro Sagrado, con el propósito de salvaguardar nuestra libertad y mantenernos separados al menos hasta el momento profetizado de nuestra unión. Y deben nada más preguntarse de dónde sale la misericordia, del Amor o del Odio. Dios es Amor, el demonio es el padre del odio. El amor es un modo de vida que uno ‘desprende’. No se elige a quién darlo. Se da en la familia, en el trabajo e incluso a los enemigos.
Así, con todo lo dicho, no voy a desmentir al profeta que Dios os envió, pues efectivamente fue enviado por Él y como enviado cumplió bien sus órdenes. Sí vengo a advertiros de que hay un solo Dios. Ya que sois tan dados a ampliar el significado de la palabra “asociador”, tened cuidado de no caer en vuestra propia trampa sin daros cuenta, al asociar, en vuestro términos, otros a Dios, pues el mismo Muhammad era como bien decía un mortal y un enviado.
No voy a desmentir que hay un solo Dios y que Jesucristo fue creado, pero solo en su persona, no en la Esencia que fluye a través suya. Si habéis sentido a Dios en vuestro interior sabréis de qué hablo, de ser vosotros mismos con vuestra “persona” y sin embargo vivir embriagados de felicidad. La ‘Sakina’ o tranquilidad, como vosotros la llamáis es tener a Dios en vosotros, en ti y en tu vecino, a lo mejor, y sigue habiendo un solo Dios, pero en vuestras diferentes personas. La diferencia es que la intensidad de Dios en la persona de Cristo es absoluta. Él habla desde la fuente, a nosotros, a los que seamos afortunados, nos atraviesa el Espíritu de Dios y permanece en nosotros hasta que pecamos y nos hacemos opacos (desamamos). Pero nosotros no estamos en la fuente sino muy lejos de ella y las “ondas” nos llegan débiles (nuestra naturaleza ya no puede contenerla sino de esta manera, muy inferior a la de los ángeles e infinitamente inferior a la de Cristo).
No voy a desmentir los cinco pilares. Pues reconozco que hay un solo Dios y que Muhammad fue enviado por Él. No desmiento la necesidad de la azalá (oración) ni del azaque (limosna para los cristianos, aunque también donamos a la iglesia) ni lo que supone el ayuno como ayuda para acercarnos a Dios. Tampoco las peregrinaciones por las cosas de Dios, pues estas suponen un desprendimiento del mundo en Su nombre y una elección en sí mismas.
No voy a desmentir la resurrección ni la Vida eterna, ni la Gehena o el fuego que no se consume, ni mata, pero que duele y quema como el de aquí.
Os propongo el ejemplo siguiente:
Varios batallones de vuestro amado ejército se han quedado atrapados en diferentes socavones de una ruta por la que viajaban cuando siguieron a sus suboficiales que desobedecieron las órdenes del general. Son batallones que no se conocen entre sí, pues se les dio identidades secretas, tampoco conocen al general por recibir órdenes de la escala de mandos. Ahora vuestro batallón está rodeado de enemigos demoniacos, en la noche, y no podéis volver hasta la gran columna de vuestro ejército. A su vez, el ejército no puede llegar hasta vosotros, pues caería en el socavón. Así os mandan un enviado con escaleras y herramientas para salir del agujero. No es lo normal para vosotros andar por escaleras, sino más bien caminar, sin embargo, el general os ha enviado esas escaleras para ayudaros a salir.
El general, además tiene unos planes para vosotros. Los cuales os serán dados cuando salgáis del socavón. Él conoce todos los planes y se ocupa de mandar enviados a socorrer a los otros batallones que han caído en socavones. A estos enviados les mandará con aquello que necesite el batallón en cuestión, lo cual dependerá del adiestramiento del propio batallón y de las características del socavón en el que andan metidos. Y siendo que el General conoce todos los planes, sus enviados tan solo han de llevar su escalera de la medida adecuada. Solo se les dará a los enviados aquello que a su batallón le haga falta para salir del agujero. El enviado no es el general, no ha de conocer todos los planes, salvo los que hablan de la salvación de su batallón.
Y, ¿mandará el general una sola escalera para siete batallones? No. Pues los socavones son distintos y el tiempo es el mismo para todos, está prefijado. Es más, le dirá a cada uno de sus enviados características concretas que diferencian a cada batallón, no sea que se confunda y se ocupe de los que no se debía ocupar, dejando a los otros sin enviado o sin salvación. Así, los enviados no se conocen profundamente entre ellos, por salvaguardar esa identidad secreta y para la salvación de su comunidad.
Bien, el general sería Dios. Vuestro enviado Muhammad. Las escaleras son la manera en la que Dios os ha dado lo que os salva:
La humildad, la limosna, la fe, la oración, la misericordia, apartarse de alguna forma del mundo o el socavón en el que estamos.
Estas normas, o escaleras se han hecho para vosotros, adaptadas a vuestro entendimiento, vuestra cultura y costumbres, pero en ellas subyace un mensaje común a todos: la misericordia y el amor de Dios.
Esa misericordia que estamos llamados a hacer nuestra para con los demás.
Pues esto te digo yo:
Dios te quiere, a ti, tal y como eres. Y está deseando que te salves, quiere que te llenes de su Espíritu y para eso debes amar, pues Él es Amor y fuimos hechos por Él (nuestra alma) a su imagen y semejanza, pero desamamos, desobedecimos y el Espíritu se fue de nosotros porque no puede no-ser, no puede no-amar. Libremente nos autoexpulsamos del Edén. Efectivamente, fuimos hechos una primera vez (en un inicio), junto a Dios; en nuestra libertad caímos y ahora Él nos recrea una segunda vez en una naturaleza que nos sujeta durante un tiempo para recuperarnos en la felicidad del ser primero, llenos del Espíritu. Esta es la razón por la que Dios se esconde aparentemente: respetar nuestra libertad, pues sin ella, dejaríamos de ser como Él nos creó. Siendo esto así, es cierto el infierno, o la Gehena, pues aquel que no logre llenarse de Dios (de amor, del Espíritu Santo), cuando muera el cuerpo caerá junto a aquellos que allí arriba odiaron a Dios y que perdieron su libertad para solo odiar. Ese es el eterno y doloroso infierno advertido a todos los “batallones”, a todas las vías rectas que van en la buena dirección, paralelas entre sí. Efectivamente, habrá una tercera recreación, para los que se hayan llenado del Espíritu, y aun siendo así, seremos la misma persona que fuimos en la primera creación.
Esto más os digo:
Hay algunos que no pueden escuchar la palabra de Dios por más que se empeñen; dispersados entre todas las naciones y religiones. Esto es así porque hubo unos que desamaron a Dios, o se vaciaron de Él, engañados por el amor que sentían hacia otros. Pero los hubo que cayeron engañados por ansiar más Esencia de Dios y otros todavía que odiaron por no poder poseer más de esa Esencia y ya no son libres. Esta es la diferenciación original entre todos nosotros. No obstante, los sordos con libertad podrán escuchar por vernos vivir la misericordia a los creyentes de estas religiones.
Cierto es que el tiempo está prefijado pues Dios lo conoce, y después será el juicio, pero este ya habrá sido cerrado por nuestras acciones en vida del cuerpo. Después ya nada podremos hacer, porque ya no seremos libres de elegir a Dios. Ya no habrá duda de que Él está ahí y de que Él es Amor; no habrá opción.
Pero igual que lo que hacemos en favor del otro va en realidad en nuestro propio beneficio, son nuestras acciones las que nos juzgan. Dios no es vengativo, pero no puede no-ser, el desamor no puede convivir con Él, por eso ha hecho de este mundo una prueba, porque es en la necesidad en donde se puede llenar uno de amor. Hay poco amor en el rico que da una pequeña limosna por cumplimiento y mucho amor en alguien que da una pequeña limosna de lo poco que tiene, por sentir empatía con ese al que se lo da, por ponerse en su pellejo y hacer para este lo que quisiera para sí mismo.
Y esto más:
El Corán, aun escrito en tiempos de guerra contra los cultos preislámicos, beduinos, asociadores…, casi siempre esgrime la defensa propia o la defensa del islam como motivo de esa guerra, y siempre da oportunidad de convertirse a estos, por lo que su finalidad no es matar, o la guerra, sino la conversión de estos pueblos. En todas las aleyas contra “el infiel” he leído que la justicia vendrá terminado el tiempo prefijado, de manos de Dios. Hoy no hay guerras santas, pues en casi todas partes hay libertad de religión. Y en cualquier caso si hay batallas en el mundo no atacan una religión o raza determinada (aunque los hay de vuestra nación que engañados atacan a los demás con motivo de la religión). Tened cuidado entonces, pues Iblis anda trasteando en los versos del enviado para haceros malentender lo que escribió. De Dios es la justicia, no nos corresponde a nosotros. Si Él quisiera, esos que llamáis infieles desaparecerían con tan solo Él pestañear, pero, tanto su paciencia como su amor y misericordia son infinitos. De no ser así, os aseguro que ninguno de la tierra, tú incluido, habría vivido ni un instante.
Y esto además:
En este libro hay pruebas de que Dios existe y es tal y como os digo. No son solo pruebas de fe, como la Biblia o como las claras aleyas del Corán, sino pruebas para el hombre de ciencia también, para los Eva o sordos. Siendo esto así (leer el ensayo completo para comprobarlo), ha llegado el momento en el que Dios mostrará lo que Él quiso mantener oculto hasta un tiempo prefijado. Ha llegado el momento en el que la tierra se llene del conocimiento del Señor, y por lo tanto ha de estar cerca ya el final. Es el momento en el que el lobo habitará con el cordero, en el que las vías de la buena dirección se unan bajo el amor y la misericordia de Dios. Es el momento de conocer nuestra verdadera identidad. Veremos al general, se hará de día y sabremos que todos luchamos del mismo lado contra los demonios.
Al profeta Muhammad Dios le reveló aquello que necesitabais para salvaros y mediante él muchos alcanzaron la salvación. Lo revelado fue aquello que estabais preparados a entender y se os ocultó aquello que Dios quiso mantener oculto; también ocultó a todos los hombres, otras cosas que están en este ensayo descritas. Al profeta se le reveló la persona de Jesucristo, el hombre. Pero hay una parte de nosotros cuando estamos en Gracia que es Dios en nosotros. Muhammad hablaba siempre de la persona de Jesucristo como creado por Dios y, ya os lo he dicho, decía la verdad. En Cristo, al igual que en nosotros, mora el Espíritu Santo, Dios (Allah), cuando estamos en Su Gracia; la diferencia es que en Jesús, mora el Espíritu Santo en la máxima intensidad, en la de Dios. Y aun así sigue habiendo un solo Dios. Gracias a esa persona capaz de contener el Amor absoluto, vosotros y nosotros y todos los hombres podemos sentir la ‘Sakina’, podemos albergar el Espíritu Santo, pues nos ha hecho aptos. Así, no es Jesucristo el hijo de Dios en el sentido que vosotros le dais, es el Hijo de Dios por haber sido creada su persona por Él y esta contenerle plenamente, ser capaz de albergar el Amor infinito = Dios. Sabed que los ángeles y nosotros en la primera creación o inicio, fuimos creados de la misma manera, por lo que fuimos hijos también, pero nunca llegamos a mantener plenamente a Dios, sino adaptado a nuestra persona (siempre que digo ‘adaptado’ me refiero a disminuido en intensidad; tal y como el vapor de agua sigue siendo agua, el Espíritu Santo no puede cambiar en lo que Es). Aquí en la naturaleza sujetadora “hombre”, ya solo llegaremos a ser hijos “adoptivos” de Dios, (aquel que consiga albergar el Espíritu), y cuando pase el tiempo prefijado el que tenga su Espíritu volverá a Dios, los que no, continuarán cayendo a la Gehena. Es el Espíritu el que es atraído por Él; y ¡sigue habiendo un solo Dios!
Para mí sería muy fácil callar esto, pero no puedo faltar a mi Señor, no puedo faltar a vuestro Señor, al único Dios. Sé que algunos de vosotros andáis engañados por Iblis, padre del odio, pero a Dios he ofrecido mi vida y en su voluntad me pongo. Sabed, como ya he dicho, que los engañados seguirán al engañador a la Gehena, pues el odio nunca llegará al Edén, hogar del Amor y la Misericordia, hogar de Dios. A los engañados, Iblis nubla la vista cuando leen el Sagrado Corán, y les confunde la fidelidad y la misericordia con el odio. Es urgente ayudarles. Especialmente triste para Allah ha de ser el caso de los (mal llamados) Yihadistas de hoy porque pudiendo ser de los mejores, capaces de dar la vida por Él, son engañados de manera rastrera por Satán al llenarlos de odio. Ignoran que el odio es incompatible con Allah, que el odio es “no–ser”, que es lo contrario de la misericordia. Así actúa Satán; lo malo nos lo muestra como bueno, y lo bueno como malo.
Por último, deciros a todos, incluso a los engañados, que debéis estar rebosantes de felicidad, pues es una noticia maravillosa la que os traigo: Dios nos Ama. Él no es un dios vengador, sino que quiere salvarnos y ya lo ha hecho por lo que hicimos allí arriba, ahora nuestra libertad debe aceptar vivir en Él, vivir en el Amor. Siempre que mantengamos nuestra libertad, tengamos vida en nuestro cuerpo, podremos volver a Él, porque Él no se niega a sí mismo, es Amor y el Amor lo perdona todo. Pero como Amor no puede esclavizarnos, respeta nuestra libertad; allí donde apunte nuestra dirección cuando muera nuestro cuerpo, allí nos dirigiremos invariablemente. No sigáis con el corazón en guerra, luchar contra el demonio que os tienta para alejaros de vuestra religión, pero la guerra contra los cultos preislámicos y los asociadores ya pasó. Un corazón en guerra es un gran lastre para el alma.
En cuanto a Jesucristo, sabed que todos nosotros fuimos hijos de Dios; no como él, pero sí lo fuimos, y lo “repudiamos” al desamar. Pensad, si queréis, en la imagen de una familia con unos cuantos hijos pequeñajos de dos a cuatro años y un hermano mayor de veinticinco, responsable y honra de su padre; tanto que contribuye en el funcionamiento de la casa. Así, el mayor comparte la autoridad del padre, y para los niños, su autoridad, además, representa la del padre. Los niños no ejercen autoridad entre ellos, aunque quizá el de 4 tendrá una ínfima parte más que el de 2. No digo que Jesucristo fuera un dios capaz de crear como su Padre, digo que Jesucristo comparte la misma Esencia de Dios, habiendo un solo Dios. Como ya he dicho, es cosa misteriosa esta: que podamos compartir cada uno de nosotros a Dios en alguna intensidad y haya un solo Dios. ¿Cuántos millones de personas en todas las naciones o religiones podrán sentir a Dios en su interior? Y sigue habiendo Uno sólo. Bien, pues a los que sabéis de qué estoy hablando, los que hayáis sentido a Dios en vuestro interior, os muestro la solución; porque aún en vosotros mismos habéis visto que Él mora en distinta intensidad según vuestras circunstancias en la vida (en realidad según vuestro amor o desamor para con los demás, según vuestra misericordia, si es que sois de los adanes o hay don). Pues hay Uno en el que Dios Esencia o Espíritu Santo se mantiene plenamente en toda su intensidad. El profeta Muhammad nos dice constantemente que Dios es Uno y no tiene hijos, y es verdad en el sentido en el que no hay un dios y otro dios más pequeñito. No. Hay un solo Dios del que todos los que se salven participarán en una u otra medida. Esos son los jardines con ríos por debajo. Todo se nos explica de la manera en la que lo podemos entender. Si has vivido el cielo ya en la tierra sabes de qué hablo. Así Jesucristo es el Hijo Verdadero de Dios Padre. Hijo como nosotros en la persona (creada), Verdadero por fluir a través de Él la Esencia de Dios en la máxima intensidad, no como en nuestro interior que en comparación fluye débilmente.
Ha llegado entonces el momento en que nos unamos en el conocimiento de Dios. No quiere decir esto que el demonio deje de actuar. A él se le dio el mismo tiempo que a nosotros; Dios es justo y a todos nos igualó en eso. A Iblis le llegó esa prórroga como consecuencia de que Dios quiso darnos a nosotros un tiempo propicio de salvación, de recuperación de lo que fue nuestra muerte primera, pero él no lo puede usar en su provecho, el odio solo perjudica a uno mismo y a los demás; es nocivo y corrosivo como el cáncer, incompatible con Dios y su misericordia. Estas buenas noticias que os traigo tampoco significan que la batalla haya acabado, pues hasta el último segundo concedido deberemos luchar contra las tentaciones y engaños del demonio. Dios nos ha puesto en este escenario para que plantemos batalla a Iblis y en ella elijamos el Amor y la misericordia, elijamos a Dios; aquella guerra que engañados no luchamos en el cielo y nos llevó a la primera muerte.
Por último, si eres musulmán y hay algo de lo dicho que te confunde, deséchalo. Todo lo puedes ignorar salvo una cosa: el odio te lleva al infierno. Vuestra religión es clara y sencilla, muy parecida a la cristiana, pero más fácil de entender. Y debes tener en cuenta que el Sagrado Corán se fraguó y se escribió en tiempos de guerra, o al menos, el Profeta Mohamed vivió rodeado de guerras especialmente contra los cultos preislámicos, beduinos, asociadores, renegados… No te quedes con las circunstancias en las que se escribió el Corán, quédate con lo importante, esas normas y esa misericordia que te llevarán al cielo (a los jardines).
Os dejo con la palabra que esta noche, después de la oración, me ha salido al caso (o al azar). Lo cierto es que nada ocurre al azar, y nada se le escapa a Dios.
Jeremías 25:15-38
Así me ha dicho Yahvé Dios de Israel: Toma esta copa de vino de
furia, y hazla beber a todas las naciones a las que yo te envíe; 16 beberán y trompicarán, y se enloquecerán ante la espada que
voy a soltar entre ellas. 17 Tomé la copa de mano de
Yahvé, e hice beber a todas las naciones a las que me había enviado
Yahvé: 18 (a Jerusalén y a las ciudades de Judá, a sus
reyes y a sus principales, para trocarlo todo en desolación, pasmo,
rechifla y maldición, como hoy está sucediendo); 19 al
faraón, rey de Egipto, a sus siervos, a sus principales y a todo su
pueblo, 20 a todos los mestizos (a todos los reyes de Us);
a todos los reyes de Filistea: a Ascalón, Gaza, Ecrón y al residuo de
Asdod; 21 a Edom, Moab y los amonitas, 22 a
(todos) los reyes de Tiro, a (todos) los reyes de Sidón y a los reyes
de las islas de allende el mar; 23 a Dedán, Temá, Buz; a
todos los que se afeitan las sienes, 24 a todos los reyes
de Arabia y a todos los reyes de los mestizos habitantes del desierto; 25 (a todos los reyes de Zimrí) a todos los reyes de Elam y a
todos los reyes de Media, 26 a todos los reyes del norte,
los próximos y los remotos, cada uno con su hermano, y a todos los
reinos que hay sobre la faz de la tierra. (Y el rey de Sesac beberá
después de ellos.)
Y les dirás: Así dice
Yahvé Sebaot, el Dios de Israel: Bebed, emborrachaos, vomitad, caed y
no os levantéis delante de la espada que yo voy a soltar entre
vosotros. 28 Y si rehúsan tomar la copa de tu mano para
beber, les dices: Así dice Yahvé Sebaot: Tenéis que beber sin falta, 29 porque precisamente por la ciudad que lleva mi Nombre empiezo
a castigar; ¿y vosotros, quedaréis impunes?: ¡no, no quedaréis!,
porque a la espada llamo yo contra todos los habitantes de la tierra
—oráculo de Yahvé Sebaot—.
Tú, pues, les
profetizas todas estas palabras y les dices:
Yahvé desde lo alto ruge, y desde su santa Morada alza su voz.
Ruge contra su aprisco: grita como los lagareros.
A todos los habitantes de la tierra 31 llega el eco,
hasta el fin de la tierra.
Porque pleitea Yahvé con las naciones y vence en juicio a toda
criatura.
A los malos los entrega a la espada —oráculo de Yahvé—.
Así dice Yahvé Sebaot:
Mirad que una desgracia se propaga de nación a nación, y una gran
tormenta surge del confín del mundo.
33 Habrá víctimas de Yahvé
en aquel día de cabo a cabo de la tierra; no serán plañidos ni
recogidos ni sepultados más: se volverán estiércol sobre la faz de la
tierra. 34 Ululad, pastores, y clamad; revolcaos, mayorales,
porque se han cumplido vuestros días para la matanza, y caeréis como
objetos escogidos.
No habrá evasión para
los pastores ni escapatoria para los mayorales.
36 Se oye el grito de los pastores, el ulular de los mayorales,
porque devasta Yahvé su pastizal, 37 y son aniquiladas las dehesas más
seguras por la ardiente cólera de Yahvé.
38 Ha dejado el león su cubil, y se ha convertido su tierra en
desolación ante la cólera irresistible, ante la ardiente cólera
La Yihad
La Yihad como “Guerra Santa” está establecida como “Defensa del Islam”. Hoy, como digo, nadie, salvo unos pocos falsos musulmanes, ataca la libertad religiosa. Dios permitió la guerra santa para convertir (que no matar) a tantos duros de oído pertenecientes a esos cultos preislámicos. Por supuesto, el islam es camino verdadero y en este entorno de guerra se proclama la defensa del islam, como una senda separada del resto, pero paralela a las demás hacia la misma dirección (hacia la misericordia de la que Él es Padre; Sura 5,69). El valor real de la Yihad es nuestra lucha interna para mantenernos en la Gracia de Dios. Nuestra lucha real contra las tentaciones y los demonios que, aunque no se ven, nos acechan continuamente (más a los que más cerca están de Dios). Si más de 500 veces se nombran la compasión, la misericordia, y la indulgencia de Dios en el Sagrado Corán, solo sale 11 veces la palabra odio y ninguna en boca de Dios, ni tan siquiera en boca del profeta. Estas son
Hablan del odio como algo malo:
Sura 3,118 … El odio asomó a sus bocas, pero lo que ocultan sus pechos es peor…
Sura 5,2 …Que el odio que tenéis a gente que hace poco os apartaba de la Mezquita
Sagrada no os incite a violar la ley…
Sura 5,8 ¡Que el odio a una gente no os incite a obrar injustamente! ¡Sed justos!
Sura 5,14 Concertamos un pacto con quienes decían: «Somos cristianos». Pero olvidaron
parte de lo que se les recordó y, por eso, provocamos entre ellos enemistad y odio hasta el día de la Resurrección. Pero ya les
informará Dios de lo que hacían.
Sura 5,64; Parecida a la anterior con los judíos. Parece decir que entre los que no son musulmanes suscita odio entre ellos (no hacia ellos).
Respecto a estos dos últimos, digna es de resaltar la Sura 5,69 ya mencionada, que va justo después:
Sura 5,69 Los creyentes, los judíos, los sabeos y los cristianos -quienes creen en Dios
y en el último Día y obran bien- no tienen que temer y no estarán
tristes.
Sura 5,91 El Demonio quiere sólo crear hostilidad y odio entre
vosotros valiéndose del vino y del maysir, e impediros que recordéis a
Dios y hagáis la azalá. ¿Os abstendréis, pues?
Sura 47,29 ¿Es que creen los enfermos de corazón que Dios no va a descubrir su odio?
Sura 47,36 La vida de acá es sólo juego y distracción. Pero, si creéis y teméis a Dios,
Él os recompensará sin reclamaros vuestros bienes. Si os los reclamara
con insistencia, os mostraríais avaros y descubriría vuestro odio.
Caso aparte, y única excepción, es esta:
Sura 60,4 Tenéis un bello modelo en Abraham y en los que con él estaban. Cuando dijeron a su pueblo: «No somos responsables de vosotros ni de lo que servís en lugar de servir a Dios. ¡Renegamos de vosotros! ¡Ha aparecido, entre nosotros y vosotros, hostilidad y odio para siempre mientras no creáis en Dios Solo!» No es de imitar, en cambio, Abraham cuando dijo a su padre: «He de pedir perdón para ti, aunque no pueda hacer nada por ti contra Dios. ¡Señor! Confiamos en Ti y a Ti nos volvemos arrepentidos. ¡Eres Tú el fin de todo!
En esta Sura, y dado el contexto del resto del Corán, entiendo que alaba la repulsa que tuvo Abraham hacia el politeísmo. No se trata de un odio “activo”. Abraham no iba persiguiendo a sus contemporáneos politeístas con un cuchillo en la mano.
Importante es no sacar las Suras de su contexto porque podríamos encontrar esto también que parece ir dirigido a los falsos Yihadistas:
Sura 16,61s: Si Dios tuviera en cuenta la impiedad humana, no dejaría ningún ser vivo sobre ella. Pero los retrasa por un plazo determinado y cuando vence su plazo, no pueden retrasarlo ni adelantarlo una hora.
Atribuyen a Dios lo que detestan
y sus lenguas inventan la mentira cuando pretenden que les espera lo
mejor. ¡En verdad, tendrán el Fuego, e irán los primeros!
Esta Sura, así tomada, parece dirigirse precisamente a los falsos musulmanes (mal llamados Yihadistas) que odian; cuando de Dios sale la misericordia y la mansedumbre. Somos nosotros los que elegimos el desamor, Él espera pacientemente que nos reconduzcamos hacia su misericordia. Y ¿realmente está fuera de contexto así interpretado? ¿Acaso hay mayor impiedad que la de un falso Yihadista que ametralla a hombres, mujeres y niños, sin causa de defensa propia (ni de la religión por ser esta atacada) y atribuyendo su odio a Dios? Quizá otros cometan impiedades semejantes, lo que es seguro es que como dice esta Sura, aunque pretendan lo mejor, tendrán el Fuego e irán los primeros. Y junto a estos, aquellos que retorcieron los versos del misericordioso, indulgente, manso y Sagrado Corán para nublar el entendimiento de aquellos a los que guiaban. Pues siendo Dios misericordioso, indulgente y manso ¿cómo no ha de serlo el Corán? Cuidado con vosotros Imanes (falsos también) Salafistas, pues vuestra falta es peor que la de vuestros seguidores y recibiréis el mismo castigo, pues no lo hay mayor. Graves pecados son los de todos vosotros:
- Suplantáis la justicia del Misericordioso quien ha dado, a todos, un tiempo. Muchas Suras hablan también de que después será el juicio (de no ser así ya nos habría fulminado a todos los hombres con tan solo pestañear).
- Según vuestro pensamiento, ganáis almas para Satán, haciéndole un servicio y así haciéndolo vuestro señor, puesto que quitáis la oportunidad a “infieles”, (que en nada han atacado a vuestra religión), de ponerse de cara a Dios.
- Estáis llenos de odio cuyo padre es Iblis, y así os alejáis del Sagrado Corán, libro misericordioso y manso como lo es Dios (ya se ha visto).
- Sois altivos y os creéis elegidos, mejores que los demás (lo que tampoco gusta a Dios, hay Suras que hablan de ello); olvidáis todos vuestros pecados con los que Dios ha mostrado misericordia, y lo que es peor, olvidáis usar la misericordia que habéis recibido, con los demás. El odio no es patrimonio de Dios, sino del demonio y en muchas partes del mundo lo encontraréis. El amor y la misericordia, sí vienen de Dios y por sí mismos justifican al hombre de cualquier credo y nación.
Así, es importante, como digo, ver el contexto en el que se escribió el Corán. Pues, aunque es palabra inalterable, sí cambia nuestro entorno. Hoy no hay ataques contra la religión salvo por las tentaciones de Iblis. El profeta Muhammad vivió (creo yo) rodeado de batallas contra cultos preislámicos (y alguna escaramuza contra la gente de la Escritura). Por entonces, se invadían países, se expulsaban pueblos o se imponían culturas y religiones.
En este entorno (siglo VII) se observa la palabra “combatid que sale 42 veces”, siempre como defensa para la supervivencia de la incipiente expansión musulmana (será casualidad pero debemos luchar siempre -3.5 Tiempos-; 42 meses = 3.5 años).
Sura 9,29 ¡Combatid contra quienes, habiendo recibido la Escritura, no creen en Dios ni en el último Día ni prohíben lo que Dios y Su Enviado han prohibido, ni practican la religión verdadera, hasta que, humillados, paguen el tributo directamente!
Habla de un combate por defensa de la religión, no como ataque (odio activo); de lo contrario no se aplacaría con un tributo, pues para Dios el dinero no es nada, bien claro lo deja el Sagrado Corán. Él provee a quienes en Él confían.
Ahora una clara descripción de la Gehena. El fuego que no mata, pero duele como el de aquí. Habla del infierno, posterior al juicio de Dios para los que odiaron o los “infieles”. Algunas bestias inmundas queman a hombres por esta Sura; su odio les hace ignorar que ellos no pueden reponer la piel, ergo no va dirigido a ellos, sino que es una manera directa de describir el infierno. De hecho, luego habla de los jardines, que también irían tras el juicio y de igual forma, no es el hombre el que proporciona esos jardines:
Sura 4,55 De ellos, unos creen en ella y otros se apartan de ella. La
gehenales bastará como fuego.
4,56. A
quienes no crean en Nuestros signos les arrojaremos a un Fuego.
Siempre que se les consuma la piel, se la repondremos, para que gusten
el castigo. Dios es poderoso, sabio.
4, 57. A
quienes crean y obren bien, les introduciremos en jardines por cuyos
bajos fluyen arroyos, en los que estarán eternamente, para siempre.
Allí tendrán esposas purificadas y haremos que les dé una sombra
espesa.
Las Suras 9,5.12.36 hablan también de defensa propia.
Y estas últimas son prueba clara de que siempre habla de defensa propia:
Sura 60,1 ¡Creyentes! ¡No toméis como amigos a los enemigos Míos y vuestros,
dándoles muestras de afecto, siendo así que no creen en la Verdad
venida a vosotros! Expulsan al Enviado y os expulsan a vosotros
porque creéis en Dios vuestro Señor. Si salís para luchar por Mi
causa y por deseo de agradarme, ¿les tendréis un afecto secreto? Yo sé
bien lo que ocultáis y lo que manifestáis. Quien de vosotros obra así,
se extravía del camino recto.
Sura 60,8 Dios no os prohíbe que seáis buenos y equitativos con quienes no han
combatido contra vosotros por causa de la religión, ni os
han expulsado de vuestros hogares. Dios ama a los que son
equitativos.
¡NECIOS! Sois como el que va a ver la Alhambra de Granada, y arrimando su nariz a un poste de su defensa, ciega su vista y no ve sus maravillas. Separaros un poco y veréis; entrar después y encontraréis a Dios en el amor y la misericordia. Fuera se queda el odio y aquel que lo profesa. Pero si os arrepentís de corazón Él os perdonará, porque es puro amor y misericordia, y no se puede negar a sí mismo. Es el hombre el que Le niega y así se condena. Os habéis quedado atascados en estas pocas Suras que por supuesto, se escribieron en la voluntad de Dios, pero con la finalidad de proteger el Islam en su inicio, pues Él quiso extender esta vía en la buena dirección para vuestra nación, para vuestro entendimiento y vuestros corazones. Y aun escritas como lo están, las retorcéis hasta el extremo para malinterpretarlas.

· Los Siete Espíritus de Dios, los Veinticuatro Ancianos
Ahora vamos a ver algunas lecturas que nos pueden hablar de esas varias religiones válidas, por seguir el común camino de la misericordia.
Apo 4:2-5
Al instante caí en éxtasis. Vi que un
trono estaba erigido en el cielo, y Uno sentado en el trono.
El que estaba sentado era de aspecto
semejante al jaspe y a la cornalina; y un arcoíris alrededor del trono,
de aspecto semejante a la esmeralda.
Vi veinticuatro tronos alrededor del
trono, y sentados en los tronos, a veinticuatro Ancianos
con vestiduras blancas y coronas de oro sobre sus cabezas.
Del trono salen relámpagos y fragor y
truenos; delante del trono arden siete antorchas de fuego, que son
los siete Espíritus de Dios.
Pensemos en las 7 antorchas de fuego. Tienen un mismo fuego o Espíritu pero separado por los palos de madera, que es donde prenden. Tras lo dicho sobre las distintas confesiones, sabiendo que Jesús nos hace a TODOS capaces otra vez de recibir el Espíritu, imaginemos que esas antorchas son las distintas religiones a las que se les ha mostrado o dado el Espíritu. ¿Estoy igualándolas entre ellas? No. Son palos diferentes y no todos arden de la misma forma. De hecho, de simbolizar las religiones, algo que yo veo claro, los capítulos 2 y 3 del Apocalipsis en los que Jesucristo envía un mensaje a las 7 Iglesias de Asia, estarán dirigidos realmente a estos 7 ‘pueblos de Dios=Iglesias’ o religiones. Y estos 7 mensajes estarían distinguiendo a las 7 religiones, en tanto en cuanto dicen cosas buenas y malas de cada una de ellas. Yo no he sabido identificarlas según estos versículos, pero creo que alguien que conozca la Biblia y la historia de otras culturas lo podría hacer; siempre claro que sea correcta esta hipótesis, la cual cuadra exactamente con todo lo dicho anteriormente.
Lo cierto es que, de tomarlo literalmente, sin teorías, estas 7 Iglesias están muy próximas unas de otras, en la zona occidental de Turquía (curiosamente en el centro del mapamundi de entonces, centro de religiones), y resultaría muy difícil entender el juicio tan diferente que tiene entre unas y otras. Más aún si pensamos que, de una de ellas (Pérgamo), Jesús dice: Sé dónde vives: donde está el trono de Satanás.
Por otro lado, tomándolo también literalmente, ¿qué es eso de los 7 Espíritus de Dios? Yo lo veo claro en el Espíritu que nos llega a cada nación (un mismo fuego a distintos palos). Todo encaja perfectamente, de hecho, de otra forma no tendría ningún sentido.
Apo 2:1-7
Al
Ángel de la Iglesia de Éfeso,
escribe: Esto dice el que tiene las siete estrellas en su mano derecha,
el que camina entre los siete candeleros de oro.
Conozco tu conducta: tus
fatigas y paciencia; y que no puedes soportar a los malvados y que
pusiste a prueba a los que se llaman apóstoles sin serlo y descubriste
su engaño.
Tienes paciencia: y has
sufrido por mi nombre sin desfallecer.
Pero tengo contra ti que
has perdido tu amor de antes.
Date cuenta, pues, de
dónde has caído, arrepiéntete y vuelve a tu conducta primera. Si no, iré
donde ti y cambiaré de su lugar tu candelero, si no te arrepientes.
Tienes en cambio a tu
favor que detestas el proceder de los nicolaítas, que yo también
detesto.
El que tenga oídos, oiga
lo que el Espíritu dice a las Iglesias: al vencedor le daré a comer del
árbol de la vida, que está en el Paraíso de Dios.
Apo 2:8-11
Al
Ángel de la Iglesia de Esmirna escribe: Esto dice el Primero y el Ultimo, el que estuvo muerto y
revivió.
Conozco tu tribulación y
tu pobreza - aunque eres rico - y las calumnias de los que se llaman
judíos sin serlo y son en realidad una sinagoga de Satanás.
No temas por lo que vas a
sufrir: el Diablo va a meter a algunos de vosotros en la cárcel para que
seáis tentados, y sufriréis una tribulación de diez días. Mantente fiel
hasta la muerte y te daré la corona de la vida.
El que tenga oídos, oiga
lo que el Espíritu dice a las Iglesias: el vencedor no sufrirá daño de
la muerte segunda.
Apo 2:12-17
Al
Ángel de la Iglesia de Pérgamo escribe: Esto dice el que tiene la espada
aguda de dos filos.
Sé dónde vives: donde
está el trono de Satanás. Eres fiel a mi nombre y no has renegado de mi
fe, ni siquiera en los días de Antipas, mi testigo fiel, que fue muerto
entre vosotros, ahí donde habita Satanás.
Pero tengo alguna cosa
contra ti: mantienes ahí algunos que sostienen la doctrina de Balaam,
que enseñaba a Balaq a poner tropiezos a los hijos de Israel para que
comieran carnes inmoladas a los ídolos y fornicaran.
Así tú también mantienes
algunos que sostienen la doctrina de los nicolaítas.
Arrepiéntete, pues; si
no, iré pronto donde ti y lucharé contra ésos con la espada de mi boca.
El que tenga oídos, oiga
lo que el Espíritu dice a las Iglesias: al vencedor le daré maná
escondido; y le daré también una piedrecita blanca, y, grabado en la
piedrecita, un nombre nuevo que nadie conoce, sino el que lo recibe.
Apo 2:18-29
Escribe al Ángel de la Iglesia de Tiatira: Esto dice el Hijo de Dios, cuyos ojos son
como llama de fuego y cuyos pies parecen de metal precioso.
Conozco tu conducta: tu
caridad, tu fe, tu espíritu de servicio, tu paciencia; tus obras últimas
sobrepujan a las primeras.
Pero tengo contra ti que
toleras a Jezabel, esa mujer que se llama profetisa y está enseñando y
engañando a mis siervos para que forniquen y coman carne inmolada a los
ídolos.
Le he dado tiempo para
que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación.
Mira, a ella voy a
arrojarla al lecho del dolor, y a los que adulteran con ella, a una gran
tribulación, si no se arrepienten de sus obras.
Y a sus hijos, los voy a
herir de muerte: así sabrán todas las Iglesias que yo soy el que sondea
los riñones y los corazones, y yo os daré a cada uno según vuestras
obras.
Pero a vosotros, a los
demás de Tiatira, que no compartís esa doctrina, que no conocéis «las
profundidades de Satanás», como ellos dicen, os digo: No os impongo
ninguna otra carga;
sólo que mantengáis
firmemente hasta mi vuelta lo que ya tenéis.
Al vencedor, al que se
mantenga fiel a mis obras hasta el fin, le daré poder sobre las
naciones:
las regirá con cetro de
hierro, como se quebrantan las piezas de arcilla.
Yo también lo he recibido
de mi Padre. Y le daré el Lucero del alba.
El que tenga oídos, oiga
lo que el Espíritu dice a las Iglesias.
Apo 3:1-6
Al
Ángel de la Iglesia de Sardes escribe: Esto dice el que tiene los siete Espíritus de Dios y las siete
estrellas. Conozco tu conducta; tienes nombre como de quien vive, pero
estás muerto.
Ponte en vela, reanima lo
que te queda y está a punto de morir. Pues no he encontrado tus obras
llenas a los ojos de mi Dios.
Acuérdate, por tanto, de
cómo recibiste y oíste mi Palabra: guárdala y arrepiéntete. Porque, si
no estás en vela, vendré como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré
sobre ti.
Tienes no obstante en
Sardes unos pocos que no han manchado sus vestidos. Ellos andarán
conmigo vestidos de blanco; porque lo merecen.
El vencedor será así
revestido de blancas vestiduras y no borraré su nombre del libro de la
vida, sino que me declararé por él delante de mi Padre y de sus Ángeles.
El que tenga oídos, oiga
lo que el Espíritu dice a las Iglesias.
Apo 3:7-13
Al
Ángel de la Iglesia de Filadelfia escribe: Esto dice el Santo, el Veraz, el que tiene la llave de David:
si él abre, nadie puede cerrar; si él cierra, nadie puede abrir.
Conozco tu conducta: mira
que he abierto ante ti una puerta que nadie puede cerrar, porque, aunque
tienes poco poder, has guardado mi Palabra y no has renegado de mi
nombre.
Mira que te voy a
entregar algunos de la Sinagoga de Satanás, de los que se proclaman
judíos y no lo son, sino que mienten; yo haré que vayan a postrarse
delante de tus pies, para que sepan que yo te he amado.
Ya que has guardado mi
recomendación de ser paciente, también yo te guardaré de la hora de la
prueba que va a venir sobre el mundo entero para probar a los habitantes
de la tierra. Vengo pronto; mantén con firmeza lo que tienes, para que
nadie te arrebate tu corona.
Al vencedor le pondré de
columna en el Santuario de mi Dios, y no saldrá fuera ya más; y grabaré
en él el nombre de mi Dios, y el nombre de la Ciudad de mi Dios, la
nueva Jerusalén, que baja del cielo enviada por mi Dios, y mi nombre
nuevo.
El que tenga oídos, oiga
lo que el Espíritu dice a las Iglesias.
Apo 3:14-22
Al
Ángel de la Iglesia de Laodicea escribe: Así habla el Amén, el Testigo fiel y veraz, el Principio de la
creación de Dios.
Conozco tu conducta: no
eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente!
Ahora bien, puesto que
eres tibio, y no frío ni caliente, voy a vomitarte de mi boca.
Tú dices: «Soy rico; me
he enriquecido; nada me falta». Y no te das cuenta de que eres un
desgraciado, digno de compasión, pobre, ciego y desnudo.
Te aconsejo que me
compres oro acrisolado al fuego para que te enriquezcas, vestidos
blancos para que te cubras, y no quede al descubierto la vergüenza de tu
desnudez, y un colirio para que te des en los ojos y recobres la vista.
Yo a los que amo, los
reprendo y corrijo. Sé, pues, ferviente y arrepiéntete.
Mira que estoy a la
puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su
casa y cenaré con él y él conmigo.
Al vencedor le concederé
sentarse conmigo en mi trono, como yo también vencí y me senté con mi
Padre en su trono.
El que tenga oídos, oiga
lo que el Espíritu dice a las Iglesias.
Bien, como digo, no soy capaz de identificar estas posibles religiones, ni siquiera sabría decir cuáles son esas siete (puedo imaginarme quizá unas cinco). Lo que sí he visto, son distintos elementos en los que algunos mensajes coinciden:
o En todos se identifica Jesucristo con un título o característica que tiene que ver con el posterior mensaje. Por ej.: “Esto dice el Primero y el Último, el que estuvo muerto y revivió” o “Esto dice el que tiene la espada aguda de dos filos”
o Algunos (a dos de ellos) dicen que recibieron o guardaron “mi palabra” (Filadelfia y Sardes).
A otros les habla de cualidades que tienen o tuvieron, relacionadas con amar: caridad, fe, paciencia, fidelidad a “mi nombre”, tribulación o sufrimientos por su causa.
o Además, hay dos de las Iglesias que más bien reciben reproches de Jesús (Sardes y Laodicea) y dos que reciben aprobaciones (Esmirna y Filadelfia). Hay otras dos que reciben aprobaciones y reproches (Pérgamo y Tiatira). Sus reproches son en ambas: engañar a mis siervos (o sostener a quien lo hace o su doctrina) para que forniquen y coman carne inmolada a los ídolos.
Y una última (la primera en orden –Éfeso-) que tiene como reproche haber perdido el amor de antes.
o Además, hay otro elemento; “de los que se llaman judíos sin serlo y son en realidad una sinagoga de Satanás.”. Estos podrían ser hoy, esos que se llaman a sí mismos musulmanes sin serlo pues están movidos por el odio, (los jihadistas…). Muchas culturas han matado en nombre de Dios, incluida la Inquisición (aunque se haya hecho mucha leyenda negra al respecto con películas y demás). También los hay que, si bien no matan en nombre de Dios, llegan al poder en un partido que dice llamarse cristiano y luego son capaces de invadir un país por sus riquezas. No sé, parecen ser todos partes de la misma cosa.
Bien, hemos llegado a ver este sentido del apocalipsis desde la lógica, pero ¿y si además este libro nos aclara nuevos sentidos de la Palabra de Dios? No solo la idea de que fuimos deseos de Dios antes de todo, que parece que efectivamente así lo afirma (los vivientes). Quizá el Apocalipsis (oscuro e impenetrable durante siglos), el libro que cierra la Biblia, es una llave que nos permite interpretar otros pasajes de las Escrituras. Como si fuera una clave de encriptación que desenmaraña o desembrolla lo que debía permanecer oculto a nuestro entendimiento hasta un momento dado.
Parece claro que cuando habla de las iglesias lo hace de manera más o menos cifrada: “el que tenga oídos que oiga”, los distintos prefacios para cada iglesia… Y ¿por qué ese lenguaje enrevesado si se supone que iba dirigido a iglesias contemporáneas a su época? Porque como todo el Apocalipsis estaba escrito para hoy, para la recta final de los tiempos. Y sólo Dios quiso que se aclarara hoy. Este “Juan” que parece ser el apóstol en su edad madura, escribió esto a las 7 “religiones” de hoy (me consta que el 7 es un número simbólico pero no aquí como creo que ya he dicho). Y así lo hizo: “Escribe en un libro todo lo que veas y envíalo a estas siete iglesias”. Es un mensaje de Dios puesto en el tiempo para toda la humanidad.
¿Y si ahora conocemos nuestro origen, no es todo más fácil? No es lo mismo que aparecer en una parada de autobús de pronto, sin saber de dónde vienes y en dónde te vas a parar, pues eso dicen que es la vida. Sabiendo nuestro origen todo se aclara, de pronto conocemos el mapa por el que van las líneas de autobús. Ya no somos como ese chiquillo perdido y lloroso, adquirimos conciencia de nosotros mismos, y sobre todo de Dios, nuestra fuente y origen de Vida. Olisqueamos ya nuestro ser perdido, y tanto es lo perdido que nuestro objetivo debería ser la santidad ni más ni menos. El amar por amar. No el querer o el “hacer” porque tengo que hacerlo, por moralismos, sino amar. Porque amando se cumplen todos los mandamientos, toda misericordia, toda hospitalidad; y toda justicia acabará cumpliéndose también, pues si tienes hijos sólo esperas de ellos que se amen y si uno pelea ya pondrás tú justicia, pues no deseas que ellos se peguen. Así es Dios para con todos nosotros, la justicia le pertenece a Él y a nosotros solo nos toca amarnos, y cualquier justicia que pongamos para convivir en el mundo debe tener como fundamento ese amor. Amando finalmente se cumple aquello que queremos para nosotros y ahí, en amar, es donde encontramos la felicidad no en ser amado. Si un rey fuera muy amado por sus súbditos pero su gestión y mandato solo consiguiera desdichas y tragedias para su pueblo, sería infeliz (siempre que fuera un hombre justo, un hijo de Dios, claro).
Dios no necesita nada, ni siquiera que le amemos, porque Dios es Amor. Él se da no necesita. De ahí que nuestro ser y felicidad lo encontremos también en amar pues originalmente fuimos hechos a imagen y semejanza suya. Hoy nuestra moribunda persona está frágilmente sujetada en el mundo por los cuerpos a la espera de volver a ser, de volver a llenarnos de Dios.
¿Y no está meridianamente claro? ¿No nos ha dicho la Biblia que da igual todos los sacrificios que hagas, que vendas tus bienes y los des a los pobres, que mueras mártir, que si no tienes amor nada eres? Y siendo esto así, solo le faltaría decirnos: ¡Atontado, espabila, abre los ojos! Las religiones son sendas en las que encontrar el amor, da igual las normas en sí mismas si no amas, y al revés, amando todo está normado. El amor nos borra esos estrictos carriles y nos hermana a todos en la seguridad de que amando al otro estamos haciendo la voluntad de Dios, en la seguridad de que no nos estamos equivocando. O, ¿acaso no es Dios infinitamente misericordioso? Y un padre ¿qué le enseña a su hijo? o ¿qué le enseña el creador a su creatura?,¿a ser como el vecino? No; a ser como él mismo (tal y como el mediocre hombre pretende hacer autómatas parecidos a sí mismo, -inteligencia artificial-). Estamos llamados al Amor, padre de la misericordia, de la compasión, de la hospitalidad…
Así, las religiones son importantes porque son el calibre con el que medir nuestro amor necesario, o la cantidad del Espíritu Santo que necesitamos para llenar nuestro depósito o alma. Si todos fuéramos iguales bastaría con amar, pero Dios nos pide lo mínimo para salvarnos porque nos ama. Gracias a Él están las diferentes religiones porque de lo contrario todos deberíamos llevar la más estricta en cuanto al amor y quizá no todos estemos preparados. ¿Me hará falta la misma gasolina para llevar una motocicleta a Madrid que un Camión de 16 ruedas? No. Por eso son tan importantes las religiones, aun sabiendo que es el amor y la misericordia lo que tienen todas en común.
No parece propio pues, de la infinita misericordia de Dios, haber quitado la oportunidad a otros no cristianos de ejercer su libertad en lo que importa: la consciente elección de Dios (Amor, darse y amar) frente al mundo y su príncipe, el demonio (odio, egoísmo y tomar para ti). Haciendo así válidas determinadas religiones como herramientas para alcanzar a Dios. Llego a este pensamiento también desde la lógica, como de la misma forma, por sentido común, me parecía muy difícil para el Justo por excelencia contabilizar los pecados de nuestros ancestros a nosotros, libres e independientes de ellos. Considerando finalmente que la herencia es tal, pero de lo que fuimos nosotros mismos en el cielo.
Ahora pensemos en los Veinticuatro Ancianos. Dice que están sentados en tronos alrededor, en otras traducciones dice en sillones. De cualquier forma esto tampoco es importante para pensar que quizá estos veinticuatro, simbolizan a veinticuatro grandes profetas mandados a estas siete naciones. Tal y como sabemos, antes de la llegada de Jesucristo, no podía habitar el Espíritu Santo en el hombre, por tener el pecado, el alma “rota”. ¿Y si esos grandes profetas eran hombres puros o iluminados de alguna forma? Diferenciados en esta visión y que han llegado a distintas naciones a lo largo de la historia, antes o después de Jesucristo. Como ancianos que son representan hombres de sabiduría... Además llevan corona como Jesucristo en la ‘imagen’ de los 7 sellos, como significando que fueron victoriosos, puros.
Quizá Dios nos ha dado La Revelación para unirnos todas esas antorchas en un único fuego de amor antes del fin del mundo. Sé que Dios, gracias a Jesucristo, da la oportunidad a todos los hombres de salvarse, y que el amor es la llave de todo. Sé que Cristo es el Amor hecho hombre, y Él es la puerta, pero quizá sin conocer a Cristo Hombre, otros puedan conocer el Amor de Cristo, el Amor de Dios, y puedan llenarse del Espíritu, pues por Cristo somos potenciales deseos de Dios, ahora como hombres. Según estos mensajes habría siete religiones más o menos cercanas a Él, pero a ninguna, ni siquiera a la más alejada, da por perdida Jesucristo. En nuestra Libertad de elegirle está nuestra salvación. Las religiones muestran la buena dirección, pero una dirección ocupa todo un horizonte, la puerta es el amor. Y esto nos lo dice a nosotros los cristianos también.
1Co 13:1-3
Aunque yo hablara todas las lenguas de
los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que
resuena o un platillo estruendoso.
Aunque tuviera el don de profecía y
conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera una fe
como para mover montañas, si no tengo amor, no soy nada.
Aunque repartiera todos mis bienes y
entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, de nada me sirve.
O sin ir más lejos, ¿acaso no se encierran todos los mandamientos de la ley de Dios en estos dos?
Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo.
En la medida que nosotros recibimos el antiguo testamento de profetas, equiparo este a otras religiones enviadas por otros profetas. No le quito valor, al revés las igualo a todas en el poder de salvación, pero sé que ninguna, ni la nuestra, es válida sin amor y sé que todas han sido dadas gracias a Jesucristo que ha hecho a nuestra naturaleza válida por sí misma. No habría habido esfuerzo de salvación para los hombres sin Cristo, de hecho no habría habido ni hombres ni ángeles. Él abre los siete sellos, la existencia de toda la creación de Dios.
Como ya he dicho, no se trata a estas alturas de convertir a ningún creyente de otra religión a nuestra propia religión, estos caminos terrestres nos los ha puesto Dios por su voluntad, para llevarnos en la buena dirección, pero los caminos se acaban en todo un horizonte al que señala esa dirección y el último tramo, que es el que llega a la puerta, lo debemos tomar mirando hacia arriba, hacia la estrella de Amor que levantada nos indica la salida.

